Quimera
con lo que
dos veces mientras sus ojos enfocaban el paisaje de las grandes montañas y las copas de los á
ia, a veces la ignorancia se convertía en un sinónimo de
tos recuerdos que estuvo
monio lanzándose encima suyo, tomándola con sus largos y
oyos negros como ojos, susurrándole con voz gutural: me est
dar su pasado, algo le decí
advert
ecuerdos desbloquearon su mayor miedo y tortura, e
o de arreglar? -escucha
blanco, usa un gran manto negro, lleva en sus manos una corona de oro
saluda Jara y hac
a Zimmer mientras se acerca a la joven y le coloca la corona en la cabeza-. Comienza a co
nsejo que le dio a Adem antes de que asesinara por primera
a gustado no recibir este título -suelta J
go característico de las Grandes Amantis
irlo -ordena la anc
bsoluto en
uy reciente, lo dejaré pasar por esta vez -adviert
emoria: la sangre rodeándola, la carretera, la lluvia, el dol
. El DéJá Vu se cumplió y le mostró
os, casi me asesina y estaba gustoso de hacerlo. No puedo casarme con
iverso ha estado esperando -corrige Zimmer con tono seco-. Estás nerviosa y confu
to el interior de Adem y reconoció su oscuridad, los demonios
tampoco yo -comienza a sollozar-. Por favor, Suma Eminencia, ust
ciente y hablaras con su espíritu porqu
qué pr
para llegar a donde se encuentran, ahora tienen que atenerse a las consecuencias de sus actos. ¿Le tienes miedo? Aprende a vivir con
serva la sortija en su
de la historia Despué
l balcón cuando Jara deci
por qué había viajado en el espacio-tiempo; usted estuvo esperando por años que yo le revelara mi mayor s
ce en silencio
me entregaras la razón del por qué viajaste al pasado y qué conversaciones entablabas con Bryan Domán y ahora debo cargar con la pesada responsabilidad que trae consigo saber la respuesta. En tu caso, por
la corona, para después acomodarle un mechó
ora sobre ti puede asustar, pero no eres alguien común, Adem tampoco lo es, fueron diseñados para soportar esto y mucho más. -Espera a que Jara asimile sus palabras-. Debes tomarte un descanso, después de la
to con las palabras de Zimmer, qu
o estilo princesa que usa le aprieta demasiado el abdomen y no le permite respir
todo el planeta. Era la Suma Eminencia más joven en la historia. Y ahora había sido ascendida a Protegida del Just
cupar el título de Protegido del Justiciero. Jara t
errenales y no terrenales detuvieron todo para ver la transmisión de la ceremonia. Por fin era una real
cia, usando el elegante vestido blanco con la corona en su cabeza y a su lado se encontraba de pie Adem Murf Habid con la gran capa blanc
arios pasos para poder contemplar la majestuosidad del mismo. Nadie que
lver a la ignorancia de c
ce una reverencia y aún con el tor
la ceremonia
único que Jara s
CCI, donde parte de su historia con Adem tuvo lugar, fue ahí donde se reencontraron después de muchos años, cuando Jara no recordaba el haberlo conocido de niño y apenas estaba comenzando su carrera, ocupaba el puesto de decana, impartiendo clas
que en su vida pasada fueron pareja y que antes de bloquear sus recuerdos todas esas memorias estaban frescas, todas las respuestas est
enzaba a recordarla, sus recuerdos llegaban a él uno tras otro, oblig
lo que era la oscuridad y mucho menos sus manos estaban manchadas de sangre. Aún no se había convertido en el temido Verdugo, en el maestro de lo
por sus títulos adquiridos como Soñadora Oficial, aún era sumamente joven y en términos de relaciones amorosas seguía siendo bastante novata. Para esos años, todos los entrena
a como adulta y se le daba un trato especial en la socie
la gran belleza del muchacho y sus grandes habilidades para desplazarse
e público mientras caía la puesta de sol por l
Jara volteaba un poco hacia la derecha, podía encontrar a Adem observándola fija
echa de Jara. Ella quería reprimir una sonrisa de emoción, pero se le hizo imposible; intentaba no observarlo, aunq
uchos lugares en aquel plano, pero ellos siempre s
ella podía notar de que él lograba recordarla, porque la
ció sus labios rosados antes de hablar y después inspiró hondo, pero no pronunc
a verlo fijamente a los ojos, dándose por vencida. Ya se conoc
ecer, ¿no te parece?
ó suavemente su piel blanca, resaltando el rub
mosa vista -res
ueba de fuego, con un miedo profun
nas. Adem ya le había dado señales de ser totalmente autónomo, Jara lo analizó a detalle en cada sueño en los que estuvieron juntos. Pero seg
dejaría que hicieran contacto físico. Él sabía lo que ella intentaba hacer, porque s
o su mente. Lo más probable era que en la realidad terrenal el chip debía estar iluminándose, dejando claro que la joven estaba trabajando en un sueño vívid
al rozarse. Jara no se había dado cuenta en qué momento cerró los ojos, pero,
piraciones un poco agitadas. Era la primera vez que a Jara le agradaba el hecho de pod
Sus ojos volvieron a cerrarse y estuvieron por un largo tiempo abraz
stionaba el hecho de cómo podía un hombre ser tan perfecto a los ojos de otro ser humano y simplemente le creía imposible. Pero ahí se encontraba, pensando en qué part
realidad. Al ser Jara una soñadora de rango alto, no le era permitido tener parejas que no fueran Soñadores Oficiales como ella y Adem mostraba abi
eíbles puestas de sol. Y al despertarse, dejaba a un lado sus anhelos más profundos para convertirse
m Murf Habid, que sus recuerdos la condenarían al más terrible infierno y que c
e moldeado por las situaciones que le tocó vivir de pequeño. A sus siete años de edad, se dio cuenta
un niño
mano. No era un humano
endió que era incapaz de encajar en la sociedad y qu
ntes de dejarlo solo se agachó hasta quedar a su altura y le dijo que todo estaría bien, que en la escuela se divertiría como lo hacía en el h
caban tareas, así que podía ser uno más del montón. Pero ahora estaba solo en el pati
comenzar a ir a clases, lloró a gritos, implorando,
ro estar con ell
-preguntó
detuvo su llanto, sintiéndo
losos, la silueta de una joven de vestido rojo acercarse a él,
-escuchó que
adamente ocho años que sostenía en sus manos una pelota roja. Estaba rodeado de cuatro ni
res? -preg
en gran manera, después de
na humanos en su restaurante
a estaba más nublado de lo normal y retumbaba, como si
e -gruñ
crees muy valiente? -Se acercó a Adem e intentó tomarlo del cabe
-gruñó Adem y se levantó desa
lanzándole la pelota a Adem al rostro y así soltarse de su agarre, pero éste la esquivó, haciendo un
aria se acercaron a ver lo que ahora era una pelea. Los ro
Sintió que lo cargaron en el aire y lo apartaron de la muchedumbre. Inte
el rostro lleno de sangre del pelirrojo. Aparte de ellos otros profesores le veían con
ijo artes marciales? -pregun
Roben sin po
s aseguran que hizo volar a su compañero en el aire, lo hizo caer de espald
ierto que Adem ha crecido con personas que pudieron enseñarle a defenderse, en el hospital pediátrico
-. Revisamos las cámaras de seguridad y la actitud de Adem no es acorde a la de un niño de su edad. -Una pantalla suspensora voló h
una mano a su boca al no soportar la impresión. Al fin
o la ha estado pasando bien, desde que nos mudamos de casa y tuvo que dejar de asistir al h
es un niño violento... -esbozó Leil
a directora-. El consejo no permitirá este tipo de conductas en l
dos los saben, Adem lo que hizo fue defenderse. ¿Qué pensarán los padres de familia si se enteran de que en esta institución están permitiendo que l
ran manera, sus labios temblaban, advirti
til y si nos vamos a juicio la reputación del colegio ante la sociedad será perjudicada. Estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo, tomar medidas con Adem para que este tip
una orientadora vigilándole, pero la mujer después de media hora le hizo prometer que no se movería de su pu
el niño al suelo, saltar encima de él y comenzar a darle puñetazos en el rostro. Tenía la vaga sensación de haber practicado aquellos movimientos muchísimas veces, pero no sabía dónde, aunque est
scuchó una voz
en dos coletas, su rostro estaba lleno de pecas y llevaba un bolso rosado en su
ente para llorar -resp
Adem notó que le hacían fa
oltó ella-. ¿Por
í có
dulto. Ere
? -preguntó con tristeza. La n
medar el movimiento con sus manos, como si lanzara un costal de papas al suelo-. Y después golpeaste su rostro, pum, pum, p
enseñ
uié
ue ella. Ella todos los días ent
é es
l q
te, defensa d
ugó el e
refieres? -
s demasiado raro... Dices cosas extrañas. -Esperó a que Adem dijera algo, pero en vista de que no lo haría, decidió seguir
una bolsita transparente llena de caramelos. Le extendió el paque
dar, pero con
Cu
to partirle el rostro a Mariana, la de segundo año, n
dem y tomó un cara
tu lado, finjamos
pu
ó ella y alejó l
gustas, no s
n los niños que son tan lindos de cara, todas las niñas quieren ser sus novias y eso me enoja.
ar dulces to
y a comer a su restaurante, me dice que a cambi
a ser comunicativo. Además, con quien debía enojarse era con su madre, que nuevamente estaba manipulando a los niños para que inten
momento? -preguntó Issis, sac
lo
sabes si habl
niña, pero no
or
ramelo mientras veía fijament
iadas pregun
ablar sobre lo que decían los demás niños sobre la pelea hasta
iciales, el decano Marcow decidió hacer una inesperad
estar alejados al menos unos diez metros y alzar la mirada para poder contemplarla en toda su majestuosidad. El gran Bryan Domán empuñaba una espada con sus dos manos que t
n del Inicio para observar la estatua. La veía tan fijam
su lado-, humildemente no
o arrugado, volteó a ver al jovencito rubio, éste se ll
ede cuestionar sus sabias palabras -soltó Joshua en
numento, esta vez sus ojos de párpados abultados y rugosos
a volver a sus orígenes... Sí... Querrá matarme una vez m
e que revisó el listado de los aspirantes al examen de admisión a la academia de soñadores no dejaba de maldecir aquel nombre en específico. Si bien era cierto que le inquietara el
-. Mira bien la cara de quien inició todo. En mi vida pasada me quitó todo lo que tenía, su rost
Domán... es usted? -preguntó el joven, intentaba no arrugar el
soltó un gruñido, empuñando las manos-. Me equivoqué... Humm... no debí dejarl
uro es que no sea admitido, el proceso de admisión del CCI admite únicamente al cinco por ciento de los aspirant
dolida, negó levemente con la cabez
to de las Amantis en sus primeros años de vida? Él no es un niño común, creció recibiendo la influencia de la Élite, sobre todo de ella. Esa maldita Jar
s años no tuvo ningún tipo de contacto con Jara Adelina Darmy, si era admitido a la academia de soñadores el reencuentro sería inevitable; por esta misma razón se lo informó a su mentor, pero jamás creyó que caería en una ola de h
onía un gravísimo problema para todos sus planes. Si Adem Murf Habid era la encarnación del gran primer Soñador Oficial, eso informaba que Jara Adelina Darmy era Jensen Riau Darmy. Esto expli
al no haría más que crecer y crecer, respondiéndole la gran incógnita del por qué por más cosas que le hacía para que muriera, no sucedía. Y ahora que meditaba en estas p