LA TESIS DE LA MAFIA
s, le venían a la memoria hechos pasados que le res
u ya dilatada existencia y con cierta satisfacción, hacía a Consuelo depositaria de esos múltiples recuerdos. Esta vez, la historia trataba sobre las vivencias que hab
ompadre Lisímaco Iguarán Moscote, si los sucesos acontecidos aquella noche, un dieciséis de juli
se daban en la región, hasta que con los primeros ahorros que logró reunir, pudo comprar a crédito, un destartalado y pequeñ
ocurrió que, debido a la calidad del suelo, con un pH entre seis y siete, a lo benevolente del clima y a estar algo retirado de los centros poblados, reunía las condiciones ideales y era apropiado para el desarrollo de unos cultivos ilícitos, lejos del
ya con el tiempo, inició sus propios cultivos, aumentando los volúmenes de producción y obteniendo como ganancia, fuertes sumas de dinero,
medio de una parranda con música de acordeones entre los juglares de la época, sentados en la misma mesa con José Miguel Mares, este conoció a Lisímaco Iguarán Moscote y este al calor de los tragos y al nacer
l día de la Virgen del Carmen, patrona de los marineros y en su fervor religioso, le estaba
aron incluso a muchos kilómetros, hasta la capital, en el mismo centro del país. La invitación formal sería convertida años después en unos celebres versos y cant
n unos mechones en diferentes lugares del patio, para iluminar el amplio espacio, mientras la concurrencia celebraba ruidosamente cada éxito interpretado
s de algunos parientes cercanos, hizo aflorar los rencores insensatos y no se supo de donde provino el primer disparo, pero en esa r
local en todas direcciones. Los que no pudieron huir se lanzaron debajo de las mesas y después d
as, como si mirara el cielo estrellado de aquella noche fatal. De las causas se dijo muchas cosas. Algunos decían que fueron los hermanos Guerra
juraban que la orden había venido de Medellín, donde una organización que cr
Lisímaco Iguarán Moscote, quien lo tomó por un brazo y blandiendo un fusil de asalto Kalashnicov 47, se abrió paso por e
ia docena de jóvenes viudas lloraban inconsolables, la prematura partida de su compadre. Años después, cada vez que escuchaba el tema musical, pensaba con melanc