El secreto de la luna
o de la ciudad. Su cabello era castaño y sus ojos, protegidos por unos lentes de marco negro, co
presentimiento, sé que estás agotado amor pero...
e tienes un presentimiento. - Respondió con voz tranquila el hombre. - Es
usurro su esposa antes
to e ir a casa de su hija, si su esposa estaba preocupada era por algo. A lo l
..
a ameno y cálido como su preciosa hija y en ese momento era gélido; el auto de su hija estaba allí, y el del
era aquell
trataba de los nuevos bocetos de su hija; al asomarse por la cocina vio cómo había platos y vasos rotos
ado, y aquello hizo que el científico, se sintiera aterrado y mol
ntrando a Aarón sentado en la terraza, fumándose un cigarro. El rubio, al escucharlo, se levantó
teando el terreno. Parado aún frente a la puerta. - Cuando entre toda la casa estab
fumando, y lo pisó, entre tanto se pas
. - Respondió Aarón de manera despectiva. - Solo tuv
casa está hecha mierda y mi hija está en el bosque d
l, en la cual resaltaba un golpe aún rojo en su mejilla derecha y marcas en los brazos; sus ojos muy abiertos
vestido y la piel marcada, tuvo que controlarse pa
..
río de la noche para este punto ya se había calado en todo su cuerpo y por más que amara el
al frío; el camino, para su sorpresa, se le hizo más corto de lo que esperaba, además que milagrosam
..
ándose un momento para cerrar los ojos y respirar de manera lenta, b
ededor suyo, escuchó un par de voces bien conocidas para ella, una era la de su padre y la otra la de su
prometido, ya que estaba decidida a terminar todo; no era un hombre pequeño, fácilmente, media 1.
o en su vida, en ese momento era completamente aterrador, y peligroso, pues, su
cierto era que pese a que Aaron se lo merecía, sus nervios no aguanta
bres y llamar su atención, en el momento que cruzó sus oj
. - Espeto con la voz más clara que consiguió, caminando de
untó Alex a su hija dejando el lugar
ella. Interrumpiendo cualquier intención que tuviera Kiara para responder, al estar f
castaña.- ¿cómo se te ocurre que me iré preciosa? - Musitó en tono de advertencia. - D
ciones de su padre. Que había detenido su avance, como si estuviera midiendo cuando era el mom
cias del rubio- Suéltame, me estás lastimando. - Exigió
aña comenzaban a arderle nuevamente, sintiendo
, alertó a los presentes, Kiara se permitió dirigir la mirada a don
le "Si me lo ordenas, yo lo destrozó" cosa que si bien la extraño, ne
cuidado, soltó a Kiara empujándola contra el suelo, como último arrebato. Cerra