En nombre del Amor
bandejas con copas de champagne muy espumoso y fino. Cada uno llevábamos aproximadamente doce copas largas con distintas piedras
mpiece el jueg
una alfombra roja. Estaba totalmente impresionada. Luego de esperar que pase un poco la multitud, comenzamos a movernos entregand
azul claro. Llevaba un hermoso vestido de revistas, parecía el vestido que usó la princesa Diana el día que se casó con el príncipe Carlos, con la diferencia
andeja, entregándome otra de color dorado c
as de los novios, entré
o puedo me hago un lado y logro mi cometido, entregando las copas. De cerca puedo notar q
n el brindis. Pero lo que más me sorprende es el discurso que da el r
ero, lo que sí sé es que aquello, sea lo que sea, no lo he visto en nadie más. Por eso hoy estoy aquí, dispuesto a todo. No siempre estoy contento con el mundo, en ocasiones, no creo que sea justo, no creo que conserve demasiadas cosas bellas. Pero, cuando te miro, siempre recuerdo por qué todavía tengo esperanzas. Siempre te elegiría a ti, una y mil veces más. Nos enten
Harry encontró a Sally, 'cuando te das cuenta que quieres pasar el resto de t
ella noche mejor que algunos años de mi vida'. Y es lo que me ha pasado a mí: el d
ovia más hermosa de
so. Creo que todas las mujeres de este mundo deseamos que alguien nos mire y nos hable de es
Pensé que sería algo difícil, pero le he agarrado el gusto. Mi madre me había encargado la mesa familiar, incluyendo la de los novios. Cuando me tocó ir a la mesa de
con el chico que me ayudó en la cocina, sentado y compartiendo con lo que suponía era su familia. Él me miró fijamen
de la que te conté hace rato, ¿recuerdas? -dice él
Edder -dice la señora. Él está a punto de respo
no se había percatado de mi presencia. Intento retirarme, pero el chico se levanta y se acerca a mí. M
o quién era, es solo que si te lo decía, no me dejarías ayudarte. Además,
no volverá a ocurr
por mi nombre. Por cierto, mucho gusto,
anny -dig
endo al diablo -dice nuevamente sonriendo. Si seg
cocina como alma que lleva el diablo, mi madre me mira, pero no le da tiempo de decir nada porque me entrega más comida que debo repartir en las mismas mesas. Así que debía controlarme, Lis estaba allí y ni si
acompañaras a esta fiesta. Qué casualidad -dice mientras me abraza. Por suert
sitaba ayuda, por eso me tuve
Ahora solo hay que disfrutar -dic
ta. Estoy en plan de trabajo -digo
asiento. Mi mirada conecta con la del chico. Me sient