La Cazadora
la mesa de interrogatorio. Había sido una noche bastante difícil y es que había repetido una y otra vez aquel
al menos así la habían hecho sentir después de preguntarle una y otra vez
spondió cada una de sus preguntas sin vacilar, por lo
abía permanecido con ella casi toda la noche. El hombre llevab
interrogatorio, pero nadie había querido decirle nada sobre él, si el calmante ha
nada-reveló el hombr
Tessa algo descon
s Tessa tomo su impermeable, lo único que había traí
, una vez ahí busco el paradero del Sheriff, pero no lo encontró,
r llevaba años en el cuerpo de policía del pueblo y había sido ella, quien
r significaba esperanza, puesto que no entendía que pasaba y porque todo el mun
que esa mujer le tenía cierto cariño a Tessa, puesto que aún veía en su mirar a esa niña indefensa que hab
ndiéndole la mano para saludarla-
a y tomo la mano de la oficial Kennedy, entendiendo a que se refería. Ni
o saber qué responder-¿Usted sabe por
las cejas, algo impresionada y al
onforme a lo que su profesión exigía en esas circunstancias, para poder hablarle a Tessa con la verdad-
ante confundida, así que e
gación se estaba llevando a cabo para que inculparan a su padre por al
tu padre, además no hemos obtenido su declaración y hasta que no hable con nosotros, p
sa comisaria lo sabían, todo el pueblo lo sabía, sabían que su padre no había vuelto por completo de la guerra. Tessa sabía que consideraban a su padre como el loco del pueblo, pero nunca llego a creer
o en el ejército. Tessa consideraba que esa había sido la peor estupidez que había cometido en su vida, porque de lo contrario, su madre nunca se ha
ento para que hagas escándalo en la comisaria, tranquilíza
o para tratar de sostener ahí, en la palma
e esto se agrave- le sugirió esperando que Tessa se tranquilizara y tomara en serio su consejo, pero ella no podía pensa
rmullos detrás de ella. Podía ser que su padre fingiera no escuchar a la gente, pero ella no era como él, Tessa quiso quemar en ese instante esa comisaria y largarse de una buena vez, tal cual lo había hecho su madre, pero de pronto se dijo a sí misma que no podía hacer nada de lo que