¿Y si no te vuelvo a ver?
te vuel
tulo
es J
un examen y mi hermano estaba demorando en hablar sobre la nuev
e maquillaje, senos grandes, alta y la t
á -giro mi silla para poder verle la cara, cómo es que sabe todo eso si apena
que los hombres tamb
o con el lápiz que llevo en medio de mis labios-. Si
sa conocer a los nuevos vecinos, eso es a
a ser -me tira uno de
apellidos, y míranos, aquí
escogió nuestros nombres, porque sí son muy extraños, y a es
poco es algo que haga cuando llegan personas nuevas. Me levanto de la silla y me coloco una camisa, saldré a caminar al bosque
os lugares puedo encontrar cosas desagradables: todavía piensa que soy un niño. Me aden
ado tiene unas bolsitas pequeñas con algún polvo blanco; Cocaína. Sin querer piso una rama logrando que se quiebre, y la chica se leva
y la guarda en el bolsillo de su sudadera deportiva-. Cad
da. Me voy detrás de ella, sin saber quién es o de dónde salió. Puede que me haga daño, después de todo
ido, intento tomarla del brazo y me e
a tocar, y ya d
doy m
N
tonc
e sigas, m
e soy algún
ntrando al bosque. La chica no creo que sea del pueblo, a pesar de su ropa húme
es tu
que no lo
esadilla si no d
idea quién es. Me gustaría saber por qué se droga si es tan joven. Decido regresar a casa, al parecer, mi camina
hermano. Me regala una mirada de acusación, y yo le sonrío, porque sé que m
ludo-. Qué herm
cas de la calle, conmigo no. ¿Por q
eres tan male
a saber quiénes eran, mamá, y era eso o tener
reírse de mí, y es que nos llevamos muy
-. Igual nada más estaba la seño
n nombres y apellidos raros, pero no, mira que
r lo que dice
-Pregunto, tratando
aclara mamá-. Después de todo
é debías pre
criado un tigre -me salva mi herma
mamá-. No quiero
y me gusta ver cómo la cara de mamá se pone roja-. Por
a-. Se lavan las manos y vienen a c
Ya eso es av
mi hermano y para mí, por eso tratamos de no darle muchos problemas. Bueno, E
te al
as por no
tu cara cuan
é ca
ce que hubieras mirad
ideas
d y no quiero decirle que miré cómo una chica consumía. Y no porque eso le moleste, si
o hablando con mis amigos. Puedo ver lo que hace
da una mordida a lo que sea que esté comiendo, y vuelve hablar-
os corrieron de otra escuela, o porque no servimos para el estudio -Ernesto juega con los bordes
hago el mayor esfuerzo por quitar la cara de culo que cargo-. No espe
apa? -Ins
l v
l tema-. Chicos, ya iré a dormir, si me
que corte la videollamada-.
cinos tienen una hija
s de ustedes. Y no, no he visto a na
.
a él se le ocurre hacernos cruzar medio mundo por unos estúpidos apuntes. «Ok, exageré, mi casa queda cerca de la escuela». Debo agradecer que este sea mi
-le digo a mis amigos, est
darán cuenta de que
nesto, eres
sonríe, y es que siempre m
ir al museo, me gusta adorar cada obra que allí se encuentra. Logramos salirnos de
ras. Llegamos al museo y nos volamos la paredil
todo de mi boca, cuando una resplandeciente luz nos hace cubrirnos los ojo
y a Mia la siguen persiguiendo. No puedo dejarlos solos, fui yo el de la idea. Me detengo y me doy la vuelta con rapidez al escuchar el grito de mi amiga. -¡Mierda, Mia!-. Por sus gritos pued
mi amiga se nos acerca-. Me pagarás este golpe -toca su mejilla- con una noche en los
metí en lí
..
cargan a una chica, mientras ella trata de zafarse. La empujan haciendo que caiga al suelo y se levanta manoteándolos-
n han notado lo mismo que yo: está drogada o lo estuvo. No logro distinguir el color de sus ojos por sus notables ojeras, su cabell
da cuenta de que nos hemos quedado mirándola
mente-, y no creo que nos vaya a intimidar, a leguas se le nota que es tan problemática. Nada bueno debe ser: viciosa y patética. Qu
e pies a cabeza-. Tampoco estás tan buena para que nos ofrezcas tus servicios, a menos q
peé a mi amigo. La chica al parecer ha estado en varias peleas porque se gira y me
llave, y antes que siga en su ataque, me doy la vuelta y la dejo pegada a los barrotes de la celda. La capucha que cubre la mitad de
me acerca y acaricia uno de mis brazo
rece tan de mal gusto. Miro a Mia y ella me sonríe para que me tranquilice. Por un solo descuido la chica
a, me arrepiento de lo que he dicho. Se ha tensado por lo que dije y Ernesto y
cáll
ritarle nada de eso, pero esta chica está loca. Llega aquí gritando como una demente, y pretende que nos dejemos de ella. Me pego a los barrotes y prefiero no d
-Ernesto palmea mi
¿Sí notaron que no es de aquí del pueblo? La chica debe ser nueva aquí y ustedes ya le han dado la peor bienvenida. Tal vez, sí consume, pero ninguno sabe el por qué lo hac
patas? -Decimo
l fondo,
omenzó. -Me cruzo de brazos-
una disculpa, esa c
bar
debí gritarle, pero ella no debió pasarse con nosotros. Ojalá nunca la vuelva a ver, porque ahí sí se me olvida que es una chica y puedo perder el control. Ella se mira menor que yo,