Obsesión: Mi Primera Vez
ero de mi adicción al placer, a la adicción a los deseos carnales que en muy pocas ocasione
so era lo que pensaba en ese momento! Sin que se diera cuenta al principio, tras ingresar a su departamento sup
lado. ¡Solo me imaginaba en la ducha haciendo el amor en una playa o en el
parte, solo hacia falta que se decidiera a quedarse conmigo y no ser una más en su
lo que perfectamente podría darme sola! Pero ¿porque no aprovechar un po
esto del mundo, los hombres compran regalos y tratan la manera de hacernos sentir bien con
ho de su parte para mi entera satisfacción! Solo que con toda seguridad en algún momento de la vida si no llegaba a quedarse a mi lado, me haría extrañar ese tercer brazo que se a
esa de para practicar Papanicolaou. Por lo que cuando la observé me impresionó demasiado y me llevó a pe
trante, pero sin saber que ese lugar lo utilizaba para otro tipo de juego erótico del cual no tenía la más mínima idea que así era como le fascinaba
pechos y cuerpo contra la pared, pero por lo que veía no estaba que
ducha me mostró de lo que sus manos y su lengua eran capaces de hacer y provocar, solo me condujo hacia una pequeña muestra provocando con su lengua unos desl
ntenerme fresca toda la noche en ese lugar, pero el fuego de ser poseída de inmediato no paraba de m
taba apunto de venirme con un chorro excesivo de placer, pero habié
a sensibilidad en saber! ¿Cuándo es que está cerca de llegar al clímax? Para luego co
ba mis brazos. -Es momento que me
sa amarrándome las manos con las cuerdas para que no lograra tener libertad en moverme. ¡Incl
Pregunta que fue contestada en el momento sin que se lo preguntara directamente, p
ha logrado estar antes aquí! Este artefacto lo solicité algunos meses y hasta hace unos días es que me ha lle
ue sentía por dentro y deseando que metiera su polla o su lengua. ¡Pero que metiera algo ahí! para calmar un p
cuando extrajo por debajo de la mesa un re
ores, se llegó a sentirse tan bien que, ¡por primera vez alguien estuviera jugando con
llegando a tocar la puerta trasera tras levantar con sus dedos esa parte media de mi cuerpo
o un consolador pequeño. ¿Quizás unos diez centímetros? ¡Por favor! dije en mi mente. Me he metido cosas más grandes. ¿Qué me va hacer eso tan pequeño? Pero la ve
experimentando unos "Mini orgasmos" increíbles, no era solo de meterlo y sacarlo con violencia, sino más bien de jugar
lugar de empujarlo hacia el fondo como seguramente lo hubiera hecho cualquier otro, más bien lo levanto permitie
ndo de esa manera tan peculiar y muy diferente. ¡Aparte que era mi segunda vez con algu
de carne como lo que poseía el amigo, por lo que imaginé que con todo lo demás se iba a dejar venir el cielo y le infierno jun
metros me estaban haciendo gozar, por lo que se me quedó viendo fijamente para hacerme saber. -Te has dado cuenta que, ¿no es necesario que t
en cuando una pequeña o una grande no haría para nada mal
e al borde de un orgasmo, vuelve y saca uno más grande. ¡Un
rdad, pero antes de introducirlo o jugar conmigo, lo lubrico perfectamente. ¡Aunque no h
i cuenta las tenía amarradas sin acordarme de ello! Por lo que, lo único que me quedo para demostrar el placer que había sentido, fue arqueando mi pelvis y
ba en esas, alcancé a ver que con su otra mano se estaba tocando el miembro. Rozando su tronco con sus dedos en la punta, solo
dar círculos y retiró el dildo de golpe para volverlo a introducir dos vec
largo por cincuenta de ancho, pero la verdad es que iba a parir una polla que iba a entrar
r y excitarme aún más o ¡Hacer que lo deseara más! Lo saco y no v
una cadena de bolas. ¡Ya las conocía! pero ¡Nunca me las había introducido!
ro por mi parte trasera, dándome pequeños masajes para dilatar lo
o se tocaba con su mano, pero al retirar su dedo lo que hizo fue introducir la cadena de bolas que llevaba, eran dilatadores ¡Se
ta trasera con todo lo que me estaba haciendo, asegurándose que la intr
eno de su parte! Todo lo anterior solo fue un preámbulo y para aprovechar el momento paso su lengua desde mis pies hasta la
nas llenas de su saliva calientita y que antojaba más, se subió a mis pezones y cu
mi piel, para preguntar. -¿Se te antoja meterla a tu
lo que con premura y excitación respondí sin pensarlo dos veces. -¡Por
mencionar con una risa maquiavélica. -¡S
on mi boca, pero no lo permitió, solo la sacudió varias veces en mi cara y de mi parte solo me dejé llevar po