¿Solo Placer?
re nosotros comi
ieres hacer?-Le pr
cho. Mis pechos involuntariamente se aplastan contra sus músc
emonios
los mÃos, pero él comienza a moverlos a un ritmo insoportablemente lento. Mi cuerpo comienza a vibrar en sus brazos. Sin embargo, no respondo a su beso,
eza me e
creo que sea plenamente consciente del efecto
yo ta
acer practi
sto no pasa desapercibido para él. Su mirada se detiene en ellos. Nuestros rostros se acercan involuntariamente. S
s pasos como
es de volverla hacia Dante. Sus rasgos se
ue vendrÃas a mÃ
r tu cuart
la disgustada antes de cerrar l
e está
la visita inesperada de Tami logró sacar
de pensar c
a-Hablo, pero desvÃo
iosidad y luego cubre mi mejilla con su
nda mi cuerpo y pong
abÃa aprendido a desconectarme de mi cuerpo, pensando en los pocos momentos en los que era verdaderamente feliz. Después de que el cliente salÃa de mi habitación, me refu
u pasado y yo es que ellos toman el control a la fuerza. Y
o envolver por el placer. Abro los labios con t
hasta que mis pies accidentalmen
ima de mÃ, dejando besos húmedos en mi mandÃbula y luego en mi cuello
atrapado entre los dientes y un
me abandona de repente. Me siento
todo lo que está pasando está mal, p
a el pomo de la misma pero me da una última mirada
curriendo decidà que debÃa darme u
vaso de agua asà que terminé de abrochar el último
gemidos que pertenecÃan a Tami. Parece que
usto cuando estoy a punto de llevármelo a los labios, la voz ronca de Dante me sorpren
tás despiert
no iba a sabotear
co traviesa
o los hombros adoptando
obre el mostrador. Luego me hace saltar sobre su superficie. Hace espacio entre mis pierna
o de besarme, puse m
ar unos labios
elo
, ahora dé
ayas, ir
cl
escaleras, inmediatamente corrà a mi habitación. No creo que h
ecente! Por eso
pidamente. Mientras luchaba, él capturó mi mano y puso un extremo de las
te golpearÃa dond
rincesa, te abriré más las pie
s ojos y me calmé, él empez
mina
es mi culpa que
en todo su esplendor. Agarró al izquierdo en su p
estás haci
e pued
do me mord
s suficiente
las esposas. Cuando quise acostarme para taparme,
stás ha
dormir,
Aq
fuerzas para i
aron mi deseo y cuando sintió que estaba entrando en calor me d
ovocarlo, asà que dejé de prestarle ate
e en el mundo