ENAMORADA DEL CEO EL ARTE DE SEDUCIR
ás anhelaba ¿ Qué Adriano Lombardo volviera amar? Sera posible que logre conquistar su sueño de amo
a a probarlo no le importaba el tiempo que le tomara aquello. Necesitaba llegar al fondo de la verdad. Y para eso era convertirse en la esposa de Adriano Lombar
.
es d
no la busco mas. Puesto él tenia que atender cosas de la empresa en Madrid. Desde que converso con su padre q
ensar en nada más. Es cierto que no deseaba casarse, pero la fragilidad de la salud de su padre hizo que tomara esta decisión.
ar El cabello estaba amarrado en una coleta, que dejaba apenas unos cabellos fuera del moño, ocasionando que su rostro este cubierto. Bajo un poco mas la mirada encontr
fin. También me sorprendió que no se molestara por la Luna de miel, existen mujeres que
ncho se dio cuenta que esta es querida por la genta, por lo amable y bon
u hermana, todos estaban contentos por ella. Su familia lo único que le pidió fue
le preguntó al
a- le c
xigencias y condiciones a este mat
Un heredero y que no t
solo
tón
ca me mientas. Si los llegas hace
acer, lo mismo
acue
maneras sabría
óm
regazó, Alana se avergonzó por la manera e
que se como me est
S
s mucho tus manos y tus ojos te
erminaste c
iso romper pensando que ella seria la escogida para madre de sus hijos? La verdad no estaba tan loco para meter otra arpía en su vida, ni otra Paula
gnifica nada- dijo este. T
e cumplas
u esposa le agarró un mechón
etando- l
erlo? - dijo ella
sposa. Se pregunto si así mismo era lo demás. Maldijo por dentro, al darse cuenta de donde lo estaba llevando sus pensamientos. Fue entonces que se dio
e llegar a ser un cínico
a lengua m
ue puede dominar mis pensamientos y
yo nunca he dicho
lo quiere que usted
no debe importar en estos momentos, tampo
o en algo, porque usted es el que decide
de su mujer cuando este la agarro de sus caderas para mas arriba de su miembro, esta s
o. . lo señalo con el d
sa.... Que de ahora en ad
no pudo evitar reaccionar ante ella, la volteo he hizo que lo mirará a través de sus o
? Preguntó. Dijiste
con malicia. Dije que no te forzaría y en eso que
ro
ar. Y por algún motivo, eso le agrado, la mordió suavemente para que abriera la
y el placer de sus labios. Esta no sabia que los besos eran hacía, sentía
ta que Adriano se volvió demandante, ella solo pudo sentir la fragancia de masculinidad que brotaba de la piel de su esposo. Perdiéndose en aquellos labios, que le sabían delicioso. E
diente lo inundó. Dandosé cuenta que deseaba mucho mas de su mujer. Era dulce, sabrosa, s
ue aquella mujer que parecía una mojiga, sosa y hasta poco agraciada con un beso había logrado que su miembro
a una enorme erección que deseaba salir para darle placer a su mujer. Alana se dio
ocultados por la maldita ropa que estaba usando. Decidió ingresar su mano h
ella...liberándo
sea?- pens
rio nu
o me forzar
nos seducirte.- este la miro cínicamente sonriendo. As
u marido, porque era cierto nunca hablaron de los bes