El jardín al final del pasillo blanco.
nto, con sus pies descalzos. Algo parece no estar bien con el joven de oscuras ojeras, más Nico ig
r, no creí poder encontrar a nadie, no
e acerca a Nico mirándolo casi con curiosida
liera, pero no lo pude evitar, a
rpo entero, por lo que guarda silencio al s
ón.. ¿Te esto
u cabeza, negando ante su pregunta. Por lo que con otra sonrisa, N
a mi lado, por favor, quizá solo neces
ven permanece con la vista al
me desmayé y resultó ser que se me reventó el apéndice, tengo
iega con su cabeza, dej
de recibir visitas, yo no re
l joven la lleva a su pecho, para de
to? Yo debería poder sal
niega en
sido correteado.. P..Por todas.. y cada una
ve, bajando su mirada cómo si sintiese lástima por él. Más en cua
¿Estás
nte con una mirada tétrica que le hace temblar. El joven parece no parpadear, su rostro parece tornarse levemente oscuro
ado! ¡¿Te han perse
tupefacción del otro joven. Quien debido a su sorpresa, suelta la mano de Nico, que ni bien se h
te va a qui
ner su mirada lentamente en el jardín. Nico divaga, obteniendo nada más que afirmaciones o negaciones con suaves movim
go que volver. .. ..
n leve del parte del jove
é mucho..
negación d
aún estén todos e
niéndose de pie, extiende levemente su mano hacia Nico, quien sonríe de forma alegre al tomarla. La temper
ar hasta mi habitación?
por disimular su estado de alerta al recorrer el camino de vuelta, ralentizando sus pasos en ocasiones al percibir escalofriantes sombras en las esq
Podría jurar que pese a que la temperatura del joven parecía no mejorar, si sostenía su mano por unos minutos más, quizá podría darle un
las paredes, ojeras tan oscuras que casi parecían golpes. Una alarma suena en la cabeza de Nico, más el
es por mí e
alar el pasillo cercano al ascensor, en un movimiento que Nico j
oy Nicolas, dime Nico, ten
. Si bien toma un parpadeo, Nico ve cómo el joven corresponde el ademán de su mano con uno igual, para luego desaparecer en lo que le toma un giro de menos de un segundo de su cabeza. Esto hace que a
L
. Además, su drenaje ha sangrado manchando incluso la cama, cosa que Nico no había notado. Hurgando en su memoria, a
ue Nico ha perdido su sudadera. Por suerte para el joven, las enfermeras le tienen en alta estima, por lo que en la tarde le obsequian un s
l no las comerá. Esto cultiva un poco de celos en sus compañeros de habitación, quienes se muestran atentos en caso de que el joven se atreva a comer algún dulce, ya que en la rec
en frente al otro, hasta que Nico toma la fría mano del joven para guiarle hacia la zona verde para pacientes. Nico en ocasion
vemente después de cada incidente, al sentir la mirada del joven sobre él. Una vez lleg
ento, de hecho me gustaría darte una nueva pero.. Te la re
ce levemente ante el fuerte escalofrío que le recorre, y