Brazos Prohibidos
a
marchaba muy bien, hasta que un día, en la oficina de R&R s
irector vendría con su propio equipo de trabajo y que, por tanto, más de uno iba a perder
ignorarlos y llegué ese día a la empresa como si nada estuviera sucediendo, me metí dentro de mi oficina, cogí mi bloc de notas, mi bolígrafo, me preparé un
smo! - gritó Jessy, mi mejor amiga de la oficina, y así mismo, mi secretaria. Ella entró a mi oficina tan rápidamen
ima y arruinar mi preciado vestido finísimo que llevo puesto hoy que, justamente, era blanco, y una
odio que entren a mi oficina de esa manera - dije, evitando querer gritarle para no al
púrate, nos están esperando en la sala
go para allá
mi café, y justamente cuando dejé la taza encima del escritorio, alejándola del computador, Jessy volvió a aparecer, asomándose a tra
on ignorarme debido a la tensión que sentían en ese instante por culpa de todo lo que estaba ocurriendo. No les reproché nada, yo entendía perfectamente com
ones de la empresa, y, por tanto, puede influenciar en la toma de decisiones de los directivos frente a lo que ocurra en la empresa y con sus trabajadores, y así mismo, tanto él como yo íbamos a pelear para que nadie pudiera s
o que inundaba toda la sala de juntas se desplomó para cuando el
ienes, lamentablemente, no van a poder continuar trabajando para esta empresa. Así que, cunado los llame uno a uno, por favor, pasan al departamento de recursos humanos para firmar la renuncia y ponerse de acuerdo con el abogad
yo, sin embargo, y, a pesar de todo, nosotras sabíamos que debíamos de mantener la calma, porque si yo no me iba de la empresa, ella tampoco lo haría porque Jessy a
hablar mientras que miraba la lista de las personas qu
rse callados porque todos sabían que sería una batalla perdida. El nuevo dire
ar, porque pensé que estaba viviendo una horrenda pesadilla de la que nunca podría despertar,
e a los ojos y con una seriedad absoluta, como si supiera quién
nuevo director. Este era un hombre muy atractivo, ojos cafés, cabello negro muy bien arreglado, y ves
e esas miradas porque se dieron, simplemente, se dieron y y
ió a concentrar en lo que era más import
pro favor, diríjase a recursos humanos para concluir su ciclo con es
sto en esta empresa, lo haría, porque al fin y al cabo, mi padre también se reuniría con él, y cualquier decisión que mi padre tome, tendrá que
usted se marcha hoy de aquí, y esta es una decisión que no voy a cambiar de parecer. Por favor, retí
ombre que se estaba metiendo con la mujer equivocada, y por suerte, parece que este lo ha captado todo muy bien
la oficina de recursos humanos a cumplir con lo que tenía que
, era natural que siempre hubieran fechas en dónde la situación se pusiera complicada para nosotros, y, en la mayoría de esas situaciones, fui yo quién ayudó a que la empresa pudiera salir adelante porque s
e la nada para querer hacer de las suyas, y con ello, pagarme con un d
o ya una vez en ello, pero él la había colgado. Supuse que estaba ocupado porque mi padre siempre que veía u
stas de R&R, ¿Por qué? ¿Sucedió algo? Ya me enter
estuviera reunido con esas personas, porque yo iba a aprovecharme de ese momento para ir a ver
casi siempre cuando querían dejar a un lado los asuntos del trabajo, se reunían en nuestra casa a pasar un buen rato, y por tanto, yo los quería como si fueran mis tíos de toda la vida. De hech
&R, por nada del mundo, y mucho menos lo haría ahora que me he ganado un enemigo al que
padre, y, mientras que mantengo mi celular puesto al oído, decido organizar las cosas que tengo en el escritorio en la moc
ció mi padre. Aunque yo estaba tratando de contenerme para que no se sintiera que estaba muy abrumada por todo lo que ha ocur
hino de los que me gustan mucho
s, antes de que pueda dirigirme hasta el ascensor para que pueda bajar al parqueadero donde tengo guar
estaba impidiendo ella con todas sus fuerzas para hacer que no se notara. Supe que ella había estado llorando, efectivamente, así como a mí a ella también la querían despedir, y no, así como yo iba a pelear por mí, a
migo? - le dije. Trato de hablar con seguridad en mis palabras para que ella pueda sentirse mejor y tome la decisión correcta, y entonces, ella se tranquiliza, y asiente con la cabeza confirmándome que hará caso en lo que yo le decía, y se marchó a su escritorio, recogió la mochi