Hombres condenados
a seis hombres con un cuchillo de carnicero? -Él torció su boca en una sonrisa. Yelena pudo observar que pose
presado en su interior liberándose as
ra del sujeto, sin poder evitar que su mano
para molestarlo, pero el hombre lo que hizo fue
monios, se le vencía cortándoles l
arte del cuerpo podía debilita
pero para los gnoll era necesario usar una espada o un hacha, más aún,
ió con arrogancia-. Por el arma que llevas contigo y por el temblo
cuchillo dentro de su parka, ocultando también, sus manos, p
nería y dio media vuelta para continuar
ró por igual
u prim
enfado. Su respuesta tenía una p
a ellos. El recuerdo de la vez en que estuvo cara a cara con un
para cazar a un gnoll. ¿O tienes escondida ba
armas usaban balas que se fragmentaban dentro de
el corazón del ser infernal, o cerca de él, tenía
onaria -expr
efectivas en la cacería, pe
so vienes de cacer
a. Esta vez, dirigiéndole u
n dejar de caminar ni de evalu
sito, solo vengo para ganar
cazadores había establecido rangos según
l gobierno con el que podían atacar a demonios de gran poder, com
vez a más especies infernales y de mayor peli
gremio debían pagar una cuota anual
omo la espada que él tenía, sin que la policía lo detuviera, recibían atención médica inmediata
ninguno de esos beneficios, solo de la po
parte del gremio -expu
rimentado demostraba que tenía suficient
ía cientos de posibilidades para vencerla y arrancarle el premio de
dará muchos puntos de experiencia, pero enfrentar a sus manadas en los campos sí. Por eso lo
nto el callejón era traspasado por un delgado pasillo p
una aficionada. Acabas de
pie apoyando los puños en sus caderas mien
qué di
ales y fuertes, pero su poder radica en la manada. Si están en soledad son fáciles de dominar. Incluso tú, una aficionada armada con un cuchillo para cortar filetes, tienes posibilidades de acabarlo. -Ella lo miró con cierto despr
a palpitó con energ
gnoll, entonc
alzó los
ea un ser infernal débil. Es
on recelo los
eron eso? -pre
a alzar lo
sacar de su escondite al verdad
culpable? -co
otro equipo de control, prefirieron estar seguros de lo que hay para saber cómo enfrentarlo. No citaron a los cazadores del
aído en esa mentira. Debí
te del gremio y est
grande y muy peligroso que me ayude a avanzar más rápido -dijo con seguridad y
cató de las incoherencias que exponía la oferta publicada
la enorme urgencia que tenía decid
e por alcanzarlo y cambiar de conversación. Q
oy inf
os tienes acumul
raspasó con una mir
ngu
o él no vio su gesto por marchars
res tan inexperto como yo
proveniente del interior del edificio que en ese mo
emocionado y corrió hacia l
o una sensación amarga, de miedo y desesperación, que
entro de esa edificación ruinosa, conocía al
aron de lágrimas. El recuerdo del dolor y del aroma de la mue