Secretos bajo la luna
d le tenía ganada la batalla. Dio un respingo cuando esta se abrió
furioso, pero luego, la m
untó-. Cuando te dejé en tu casa t
n embargo, se paró recta frente a él
me voy sin s
ociones que le desfiguraron el rostro y lo h
a calle y luego la hizo entrar a los empujones
completamente
go, eres el único que
de que acabas de
de sus temores, ella se envalentonó y volvió a asumir
nervios. Se pasó una mano por la cab
ntraste? -inqu
a, y sacó del bolsillo trasero de su pantalón
nera que la hizo pensar que caería en
acaste ese li
untas soy yo -acusó
ro tenso y enrojecido y la t
a vida de muchas personas est
fuerzo había reunido. El cuerpo le tembl
si algo le sucedía. Me lo dio el d
uedad y la miró con unos
-se quejó, pero de forma in
en puños, segundos después respiró hondo y aflojó la
endo? -preguntó T
que salir
da. Se detuvo frente a un armario de hierro, que al abrirlo, reveló u
ué...? -ba
io el uso de tales objetos, entonces, la situaci
... -Carlos ignoraba su charla mientras seleccionaba las armas que debía llevarse y las cargaba con las municiones correspondientes-. Casi todas murieron despué
armas elegidas en un bolso. Luego se dirigió a los es
o entiendo de química, aquí colocan formulas muy largas y hablan de plantas que desconozco.
se paró firme frente a él para imp
stá Lucas?
ero cierto rastro de admirac
a Zon
a y los ojos en s
nen los
N
es una zo
s, harto de la actitud
, lo deben tener los militar
y la apartó para
icantes, sicarios...? -Se quedó de piedra como si acabara de comprender lo que o
r está dirigido por militares -respondió, sin darle la cara. Ocupado en pasar la infinidad de cerrojos que bloqueaban esa entrada-. Son áreas re
cluido en lo que Lucas escribió
uponen que es otro tipo de activi
ió, Carlos se giró hacia ella
mantener la calma-. Esta casa está vigilada, al venir aquí, marcaste tu destino. No hay vuelta atrás, Tania. Si Lucas te
aferró al diario como si fuera la única bal
mbre no solo se conformó con robarle el cora
voz débil. Su trabajo en el pueblo consistía en at
ió y la miró c
tiempo para explicarte todo, debemos marcharnos. Si descu
o poco iluminado. Tania estaba inmóvil. Carlos le había hab
ujer -ins
mbras e imaginó que así sería su futuro si aceptaba
rillo de la mirada de Lucas. Una que la hec
elaba volver a ver su sonrisa deslumbrante, sentir sus cálida
el destino incierto que la aguardaba era capaz de ap
Carlos para bajar las escaleras mientras
erteza: estaba dispuesta a llegar a dond