Juego Peligroso Leyes Mafiosas
ULO C
ct
ño, me siento em la cama y miro
l cumpleaños de Rosalie es m
r sola la próxima semana. Necesitará sema
ro porque eso es sólo
conciencia
to de centrar mi atenc
la hasta que cump
s a
la puerta cerrada del baño. Em esse momento, el sonido del llanto de
cumentos y me levanto. La puerta sólo se abr
baldosas. Manchas rojas cubren su cara y cuello, uma expresión rota hace que su
es de deslizar mis brazos debajo de sus rodillas y espalda. Levantándola so
me encuentro sentada sobre las mantas. Envuelvo mis brazo
r bien. - Intent
rpo está flácido como si le hubieran drenado toda la energía. - Me mantendrás c-cautivo. Voy a
ue mi mandíbula se apriete y
ozar. - O me entre
nuestros ojos se encuentran y veo el miedo crudo temblando em sus suaves ir
e eso s
os. - No creo ni uma p
me levanto. Acercándome
go porque no ti
eva York. - int
dome la vuelta, mis ojos se posan em la angustiada chica.
se amplí
No te obligaré, ciertamente no permitiré que ninguno de mis hombres te
e esperanza em su rostro. - ¿Qué va
Yo te alimentaré y vestiré. - Señalo sus pertenencias esparcida
la ventana. Eso me hace decir: "Eres libre de irte,
Es um agradable cambio de ritmo com resp
- Sí, pero no hagas ninguna estupidez porque la liber
ás del marrón de tus iris, sé que ninguno
intente huir, no confía
mpacar, vem a la sala de estar.
almuerzo y ya casi me muero de hambre. Tomando los ingredientes de
ndí a preparar comida desde uma edad temprana. Es
horas, pasé de decir que la tendría hasta que cumpliera dieci
ella me
com más fuerza
ocente quedara atrapada em el fuego cruzado. Puedo ser despiadad
s uma mal
ciocho años
l