Una luna, un destino.
mágicos y felices, había llegado el momento de volver a
lograron levantarse temprano para terminar de acomodar el equipaje, desayunar y finiqu
abre las cortinas ―¿Cómo dormiste mi pequeña? ―pregunt
a luz de la luna, pero pensando que fue solo un sueño,
, pero tengo
a desayunar, que en un rato
bien
che anterior y aquellos ojos azules que la miraban desde la ventana, tratando
e horas
hora de irnos! ―dijo la madre al niño, que busca
a su madre, quien se encontr
a la maestra al volver a la escuela, no quisiera l
a de volver, el camino es largo y se nos hace tarde, por favor, sube al auto, d
ño y agradecimiento, luego cuando va a buscar a su hermana para tomarla de
dónde es
s metido? ¡Oh, por Dios! ¡Sarah! ―la llama con un ápice de desesperaci
apá quien chequeaba que todo estuviera bien, los cauchos, los frenos, la gasolina, entre otras cositas de rutina, ya
a Sarah? No la veo
estaba
y, se me desapareció en un santiamén, ayúdame a
e estar cerca, ella no
se aleja un poco hacia el mar, llamándola fuertemente. Sin embargo, Sarah no
―gritaba la madre mientras corr
staban vacacionando, pero nadie les daba razón del paradero de la niña. Buscaron a los salvavidas y
e los padres, mientras que Ian, se culp
n, llorando, si yo no me hubiera alejado, el
, yo lo sé, mi corazón de madre me lo dice, ella está bien
la desaparición repentina de su hermana, mientras que la ma
so, la hizo alejarse del lugar donde estaba con su familia. Un cachorro blanc
o le hablara con una vocecita en su cabeza, que de
Ven! Vamo
lía ver en las películas pero mucho más a los lobos de aquel sueño que la envolvió la noche anterior. No parecía un perrito de los que acost
ban pasando
a se iban marchando mientras que ellos seguían en la búsqueda de la pequeña, aún sin obtener bu
divisó a lo lejos a una mujer de avanzada edad con una niña en brazos. Él corrió en
ija? ―le preguntaba, mientras se la arrancaba de los brazos con des
ada, cerca de la casucha del perro, como no es una de las niñas de la zona, me imaginé que podría estar vacacionando por aquí y me dispuse a
las autoridades tampoco habían dado con ella. Estábamos desesperado
sposo tiene a su pequeña niña en brazos, corre hacia él, a abrazarla y cor
Por qué tenía a mi
osidad de traernos a Sarita sana y salva,
ero los niños tienden a alejarse distr
tres horas, pero debido al percance y la desaparición de la niña
ve a cántaros y a esta edad, no debería coger un resfriado, porque para m
loviendo fuertemente, vaya, vuelva a su hogar, que nosotros tomare
en el cielo ―en cuestión de minutos arreciará y no es recomendable que maneje con el pavimento mojado. La vía de retorno es tr
oche, además, ya entregamos la cabaña donde estuvimos alquilados todos
mala cuando hay tormenta. Avise que llegará después, coméntale a la casera que deberá quedarse esta noche d
encaminarse hacia su casa. Sabía que el padre de familia, no le haría caso, y
s en tus sabias manos, ¡Protégelos en esa carretera traicion
ó entre las sombras de las palmeras y el resplandor que de
as luces eran tenues y la lluvia arreciaba cada ve
guimos aquí afuera vamos a pesca
amos volver mañana o cuando haya escampado, tenemos que secar a
y cambia a los niños en el auto. Mientras lo haces, yo volveré a revisar que todo esté bajo control, comunicaré a las autor
ro.
h, ahora que gracias a Dios la encontramos, no vamos a perder más tiempo y menos creyéndole
a toser, aún así los planes continuaban. La última palabra la había dado el padre, por lo que nadie podía llevar
, todo ca