Drago.
ag
des
abajo excepcional en mis territorios. Las armas llegaron a tiempo junto con el dinero, más sat
iremos? —pregu
ró las mejores armas, el sabe que no le conviene cambiarme por
a coloque detrás de mi y me coloque el saco, hoy estaba dispuesto
de mi BMW del año y como siempre, me daban la mejor bienvenida a mi Bar. La música y las chicas por todos lados era una delicia
na chica se acercó a mi—
negro le quedaba
o hielo —asintió— y una de
nía vista hacia la pista de baile y la barra, este era un club exclusivo donde podían entrar ciertas per
a sobre la mesa, detrás de ella estaba un
r chica señor —asentí
ar
ando a la chic
ahora y
en mi pantalón, me serví un trago mientras miraba a la chica desabrochar mi cinturó
e hagas corre
.. —sonri
a que sabía usar bien esa boca, su lengua pasó por toda mi dureza y empezó a mover su cabeza de arriba hacia
é a una persona, me quedé por un momento tratando de mirar bien, hasta que me di
l ceño— Joder... ¿Que
de mi polla y
ar
a donde estaba ella, baje rápidamente las escaleras y me metí en la multitud para buscarla
dí irme del bar, la noche se me arruinó, le envié un mensaje a Ian para decirle que regresaría a casa, subí a mi auto con mis
na, fui hasta allá y ahí estaban Saraí con Samantha, me
e doy cuenta de que entras a la biblioteca delestar en esta casa, es demasiado grande par
sta que nadie entre a su biblioteca, puede
e? ¿Serí
son buenos con el, pero cuando se le lleva la contraria puede ser muy c
. Me iré
bajar aquí jamás la he visto sonreír o reírse, las hijas de Sar
ede andar con una sonr
aba en como carajos es que la había visto en el bar, mi mente me
..
ñana si
mnasio de mi mansión, me coloque un pantalón de chandal y zapatos
me gustaba verme y sentirme bien, atraer a muchas chicas y sobretod
acía sentir fuerte y de que la muerte para mí, no significaba nada. Soy un hijo de puta desalmado y no me importaba asesinar a alguien me traicionara, l
e a través del espejo que venía Samantha con la bandeja de
onerla en
fuerte que salió mi voz
está
y sin az
, siempre se ha mantenido neutra y fría, me
uedes re
ndidas a mi biblioteca, quizá sea porque casi siempre yo estaba detrás de ella escuchando
jamás había permitido que nadie lo h
no dejaba de pensar en Samantha, en su voz suave leyendo e
l café, quería tirar todo eso... Pero, ell
da me est