La lanza del destinó: Crónicas de Belkan
urgo, ciudad Tiniel, m
ncia que existían en la región central del electorado de Brandemburgo, uno de los 7 países ele
el cual estaba ubicada, tan poco era muy grande, se podía decir que solo era una de las típicas pequeñas y comunes ciudades alemanas que abundaban y estaban esparcidas p
r de baldes junto con él, este joven era de piel blanca, y no era para nada atractivo, e incluso se le podía llamar feo, su cabello era de color castaño o
tenía en la actualidad veinte años, y al igual que muchos otros jóvenes adultos en la ciudad, su única preocup
buelo, su tía, y el mismo obviamente, todos apretujados en la misma casa, y
e buscar el agua para beber? -pensó Jesú
cano a la ciudad, una tarea que no le gustaba mucho, pero tenía que
mo las elites pertenecientes a la nobleza, se pavoneaban frente a la muchedumbre campesina sin ninguna clase
í como así, él era solo un campesino común y corriente de una ciudad peque
bía nada que hacer, por lo que solo pudo guardarse sus frust
ntras llegaba junto al pozo que
ldes de agua que había traído con él, y una vez que ambos estuvieron llenos
es baldes que tendría que llevar de vuelta a su casa, u
mirando el cielo, había sentido de forma abrupta unas ganas por mirar fijamente el sol en plen
e ardor en lo absoluto, y él se quedó viendo fijamente al sol durante unos breves momento
rayo de luz que se dirigía directamente hacia él, pero por algún motivo, sus piernas no parecían obed
una breve nube de polvo que encegueció a Jesús durante unos breve
ros de altura, se encontraba clavada justo frente a él, el diseño de la lanza, era romano al
pero solo instantes después, sintió como una gran energía empezaba a inundar su cuerpo, literalmente habland
? -murmuro Jesús, mientras sentía como l
inos como él, llamaban a las habilidades especiales que por lo
ús y otros campesinos como él, habían visto a miembros de la nobleza utilizar su "poder de la nobleza" para poder levantar rocas del tamaño de casas e
ninguna clase de control, en contra del campesinado, ya que si lo campesinos se atrevían a oponerse a la nobl
or de que un duque del electorado de Brandemburgo, poseía el poder de matar por sí mismo, a más de un millar de campesino
ector, podría llegar a matar por sí mismo, hasta diez mil campesinos... lo que en otras palabras significaba que el príncipe elector de Bra
y los miembros del ejército la tendría, pero lo que si sabían, era que deseaban tener este poder
za... me lo habrá dado?! -pensó Jesús, mientras mirab
xtraño recorrer su cabeza, y de forma repentina, sint
a cabeza de Jesús, el cual poco después de escucharla, sintió que de
sabía lo que