Eres Mi Destino
iv
i espalda, me empino un sorbo del coñac que reposa en mi mano, p
era hacerlo? –Pregunté
i hijo, un Stone, solo que co
e con dejar en la calle a miles de empleados que ha dedicado su vida a esta empresa y entre es
enseñando, Oliver... hijo quiero que nuestra relación mejore –Me giré mirándolo con el ce
arme con Amara, manejas mi vida a tu antojo sin dejar que yo tomé mis propias decisiones –Escupo con de
rlo, imite su movimiento cuando me lo hacía de ni
ndolo de pie y sin habla, sus palabras encendían la ira como una llama ardiente dentro de mi co
ropio camino mi madre me impulsaba, me apoyaba y eso ocasionaba las peleas entre ella y mi padre que lo único que le importab
nte y heredara su posición, me negué obviamente, pero amenazó con vender todos los complejos a unos empresarios árabes no me importó en lo absoluto solo que ha
a hacer de este emporio lo que es ahora, todo echado a la basura, sin ninguna recompensa o agradecimiento de su parte, por
cara comienza a negar.- Volviste a pelear con él – negó con su cabeza- Ven
..
s nada enfrentándote cada vez lo que ves –Me emp
os conocimos a los dieciséis, su padre era el contador cuando la empresa inició y después de su muerte, mi padre le pagó la carrera ya tenía un pu
lo lejos era una de las atracciones para los huéspedes del hotel,
ré a conversar algo con la chef
ges a esta, no la voy a despedir como las otras, te aguantas a sus escenitas
a tres y sin contar las demás, sigo bebiendo mi cerveza y decido caminar por la playa, desato mi
arte de su cuerpo estaba expuesto llevaba un traje de baño de dos piezas, la parte de arriba resaltaba la forma perfecta de sus pechos, una falda transparente dejaba al descubierto sus hermosas piernas y su sonrisa era
o estuve frente a ella posó sus ojos sobre mí lo que hizo que cada latido de mi corazón se acelerara aún más, ambos nos mirábamos fijamente mientras ella seguía bailando. D
y bajaba por la agitación, la gente se dispersó
–Mi mirada bajo a sus ap
Dije sin dejar de mirarla, aparentando tranquilidad
de por aquí –Dijo
soy un turista? –Ella me
do, entonces buscas esc
mos y comenzamos a caminar po
ejos de la gente estirada que viene a es
rás y nos habíamos alejado lo suficiente para dejar la algarabía del hotel y el restaurante, imite su movimiento
s lo que d
s pretendientes –Se
razón lata tan rápido como tú –La miré sorprendido, poco a po
oblemas, mi vida, simplemente nos dejamos llevar, la intensidad del beso fue en aumento y mi cuerpo reaccionó a su tacto, mis manos sintieron la suavidad de su piel hechizando cada uno de mis
..
sentí la arena en mi rostro, busqué a mi lado a la mujer que me hechizó anoche, pero no estab
ato la desviaban, al entrar al ascensor las imágenes de anoche se filtraron en mi mente, para mí es normal tener este ti
que enco