Atrapar al rey Alpha

, el temblor en su cuerpo solo es la señal de la poca vida que le queda, el miedo y la ince

oso que se pega en mi cara y me dificulta el poder ver con clar

vivirás, júrame que no permitirás que nuestros secretos perezcan con nosotras. — su mano brilla y el miedo me invade, no podem

pero ella solo la deja sobre el charco de agua que

. — mis ojos se dirigen al charco de agua, el cual me muestra a un hombre de cabello blanco, su ropa es

no sería capaz de manchar la memoria del gra

, la vida es una eterna batalla, si la ganas, morirás muy vieja en una cálida cama rodeada de tu descend

i garganta y solo puedo tomar sus manos con fuerza, c

tara, mi be

asta que mis ojos se secaron y cuando pude hidratarme continué llorando, hast

e esa mujer, vea, se está pudriendo. — uno de los trabajadores del mercado me apunta con su sucio d

una niña. — sí, no estaba equivocada, la señora se asoma detrás de su esposo y es cuando veo la figur

lto, como este hombre, aunque en el fondo sé que es imposible, mi pad

mas? — el hombre acerca su rostro al mío y es cuando me doy cuenta de

dre y darme un nombre? Yo ya no tengo a nadie. — el nudo crece nuevamente en mi garganta, el dolor llega a mi cor

o serlo, ven, vam

erdo convertido en sueño, salto de la cama atur

mi dama de compañía, la que debería cuidarme, pero que siempre me ha despreciado por s

ves a tratar de este modo a Iris?! — Cameron ha

te da derecho a entrar de

a que me ve el hijo menor del Duque White hace que mi lengua se entumezca. — Iris

la perra loca, no sin antes de

nque debería, es mayor que yo por dos años, pero se comporta como un niño mimado, y esa perra de Iris, ella realmente está buscand

primero lavaré mi rostro, o eso intento, ya que al ver la bandeja con agua que

ué r

aun falta unas semanas para que cumpla 18 años, aunque mis poderes han estado luchando por manifestarse antes de

rrada, me acerco a la fuente, ver el futu

rvo me hela

, la verdadera señorita White

posi

ra de mi corazón, pues pensé que me querían a si sea un p

doy cuenta de q

resto domiciliario y ya no recuerdo porque es, creo que, porque insulte a la hija del barón

e sido una

sa, que paso más de cuatro días al lado del cuerpo de su madre, no, él me dio un techo porque me parezco a Felicia, mi cabello es negro, al igual que el de ella, mis ojos son verdes, al igual que los de ella, tantas similitudes, que le hicieron ablandar el corazón a ese viejo lobo, pero no a sus hijos, y ahora… heche todo a perder, no fue apropósito, no es fácil vivir entre lobos, más cuando te creen una

el agua de la lluvia para tener algo con que refrescar mi garganta, no sé en qué momento comencé a llorar, tampoco sé si era por saber que no podria cumplir con el pedido de mi madre o si era el hecho de saber que para los White, nunca deje de ser una inútil huma

co más y pude distinguir que no era e

or aclarar que era su padre y su hermano, y pensar que este hombre tiene 4 años más que yo, como extraño mi antigua vida, fuer

sin poder o querer evitarlo, mi voz sale patosa, extraña,

ué d

o sufrir todo eso, ya tengo de sobra con sus rostros largos y asqueados al verme,

irigida a mí. — ¿Por qué tus mantas estan mojadas? — podria decirle el porqué, pero sería gastar energías, él no me creería, nunca lo hacen, para los White, soy yo quien comienza todos los problemas, como si no supieran que tan problemáticos son los lobos.

e culpan, ¿por qué no solo

verdad, que ya no pude saber nad