Emma
a se apoderaba de él, pero algo en la urgencia del can le impulsó a continuar. Finalmente, llegaron a una pequeña quebrada, donde
? -preguntó Simon, tratand
o bien? -respondió l
rtesmente, sintiendo el peso de su propi
ra decir algo más y sin más preámbulos, la ayudó a levantarse, pero un grito de dolor la hizo tambalear. Ante esto, Simon decidió cargarla
y el jadeo ocasional, el joven salio abruptamente de sus memorias; la joven que tenia en sus brazos era como Laura. Habia
suavidad de los cojines y la apariencia de su salvador que estaba frente a ella en el corredor de aquella casa liberando sus brazos para abrir la puerta y permitiéndose un momento para recuperar el ali
oso con lamparas rusticas colgantes, escalera de madera con anchos peldaños y tallado hecho a mano sin termirar, vig
re delgado, de ojos celestes y cabellera castaña con reflejos dorados, muy fino pero evidentemente capaz, que la había llevado en brazos sin mos
admiración, la dejaba desconcertada, manteniendo una barrer
la sala y Jackie muy amable se
untó Simon, intentand
tono todavía cargado de irritación. Simon exha
frecido un lugar seguro. ¿No puedes colaborar un poco? ¿Tienes algún c
idad y orgullo-. Estaba caminando, tropecé y... bueno, aquí estoy. Tu perro apareció
usual para mí tener invitados inesperados ¿sabes?. -Se dirigió a la cocina y pronto regresó con dos
idamente. Su piel era como porcelana, su rostro adornado con pecas sutiles, y su cabello ondulado rojo
preguntó él, intenta
a servilleta-. Y gracias por la comida. Lo sient
tobillos hinchados. Emma hizo una mueca de dolor, y sin perder tiemp
pa la hora. Nece
señor, d
atólogo en mi casa
quirió Sandra, desper
s para una invitada. N
Lo enviaré de
rac
vos. ¿Quién era este hombre que movía hilos con
ú? - preguntó f
a su perro. Con pasos decididos tomo las bandejas, se dirigió a la cocina y regresó portando un paño con hielo des
n la televisión o alg
Me siento adolo
tiempo estuviste en ese lu
tes de darme cuenta, me encontré perdida
toda la noc
para siempre, si no fuera por tu p
más con quien contactar? Lo d
o lo que tenía - respondió Emma con un tono más
Aunque él tenía a Laura, la distancia emocional entre ellos era palpable, se conformaba con escuchar
ió el silencio de la habitación, arrancá
¿H
n su residencia en unos treinta minutos. ¡Buena suerte! -la voz de Sa
ía sin ti en estos mome
Hubo un breve silencio antes de que ella colgara, un s
n Emma. La mirada de ella, agradecida pero ag
o algo desorientada -preguntó Emma, sus ojos busca
a con ojos compasivos. -Después de que el médico la
r por el cansancio, encontrando refugio en el abrazo reconfortante del silló
nas tenía dos años en un trágico accidente en la empresa donde trabajaba. Así que su abuela la crió como a una hija más. Sin embargo, siempre tuvo u