La venganza de la CEO Adolescente
ala general, no es que me moleste, pero al reconocerme, mi equipo médico tendría que haberme llevado al área privada. Se acercan médicos y enfermeras a revisarme las pupilas, el corazón, e
e! ¡Michel
ingresada aquí, desgraciadamente son comunes las confusiones, porque entre las heri
escucho la voz del Dr. Guzmán, director del hospital y estoy a pun
stado. Los paramédicos tuvieron que reanimarla al menos dos veces en el trayecto. Tuvo
que pasó? Ella descan
e viniera, llegaron unos proveedores y exigían ver
a no está aquí porque la llamaste
oque y el seguro se llevó la camioneta. Querían saber cómo es
os se ocupen de todo. No quiero que perturben más a mi esposa, ni q
verlo encorvado y empequeñecido a pesar de su altura. Abril llora desconsoladamente y se cubre la cara con las manos. El Director se disculpa y pasa frent
ías, nos puede e
. Me dijiste que te ibas a hace
uctoramente a él y l
dije que aquí e
tante... Además, ahora
ar luto, para evitar s
amente cuá
y una frialdad que no
e vamos a tener, vale
sliza su mano bajo su falda. Ella
as indagaciones. Voy a presionar a Guzmán para que me entreg
ue cambie su informe, y que manden cuanto antes la
a que no intenten verla. Mientras tú v
donde siem
que sea co
rre de su pantal
Seg
. Está bien, t
mió un grito y al cruzar la cortina, volvió a poner su cara de compungida. Pasó a mi lado y me miró burlona. Yo entre cerré los ojos para que no notar
libre de tus
que creciera profesionalmente. Yo no lo forcé a cuidar a los gemelos; si me hubiera dicho que quería estudiar él primero mientras yo me encargaba de los niños, lo habría hecho. Siempre lo presenté a mis colegas y directivos con orgullo como mi marido. Un recuerdo me punzó la sien: El día que le dije que no podía nombrarlo Director Genera
a Michelle porque al parecer estaba al borde de la muerte y seguramente la iban a cremar en mi lu
iente junto a mí ya no estaba. Los padres de la c
a! Nos diste un buen susto, pero
r algo, pero no me r
aste bajo el agua irritó tus cuerdas vo
s que ella iba a ser parte
eemos que tenga mayor problema siempre y cu
as ve
enía reti
no soy su hija y la de mi equipo médico al darse cuenta de que soy yo y me tenían aquí, aunque, eso es lo que menos me importa ahora. No tengo ide
los labios. La enfermera desvió la mirada. Debe ser nueva porque no parece reconocerme. Yo sólo esperaba los gritos y reclamos d
.. Son unas cuantas heridas
ecesario buscaremos al mejor cirujano plástico
entoso. Vive en Estados Unidos, pero en estos momentos está aquí de visita. Estoy segura que, si hablan con
se ha enterado de mi accidente. No puedo estar tan deformada que e
és podrás verte y, como dice la señorita, podemos hablar con el cirujano de aquí o si no de otro hospi
ás con est