La danza de la diosa
Cecilia
ecilia después de que Car
é ti
verdad ,no m
lia, te llamé tres veces y
te es
ué pi
armen deja de
Cecilia tienes q
bien,
s bien. R
gual, cada vez que ll
rde estaba fría y Cecilia, como siempre, se sentó frente a la ventana para mirar hacia la calle. Se había convertido en una costumbre para Cecilia, to
ustarí
e café y le trajo una a Cecilia. Cecilia t
s ?. le volvió a
n M
.le pregunto Ca
berse convert
ebe tener ve
raño pensan
Cecilia respo
he estado pen
o en cómo estara, se
lia no habia podido olvidar la muerte de sus padres y mucho menos la muerte d
sta la cintura y Cecilia tenía el cabello castaño, y su figura era hermosa, mucha gente en el pueblo no entendían por qué las dos hermanas todavía no se habían casado . y cuando se acercaba un hombre para enamorarlas ellas , automáticamente lo rechazaban
una casa, esta casa fue heredada d
er, su padre Sebastián Quintero conducía y Cecilia iba en la parte trasera del auto. con su sobrina María, que sólo tenía ocho años. cuando de repente Don Sebastiá
ndo la vida sus padres, su hermano mayor y su cuñada. Cecilia,
n tristeza. A diferencia de Carmen, ese día Carmen vivía con su tía Elena, y aunque muchas veces l
para que visitará un médico, pero Cecil
... le preguntó Carmen a Cecilia
a miró y sonrió.
ce si comemos
ien..... Resp
oscuro, de repente vio las luces de un auto que pasaba por la carretera, Cecilia vio
sin moverse de la ventana miró el aut
men a Cecilia al notar que
ente de la casa, lleva tiemp
su lugar y corrió a
ese...? Preg
no vaya a ser que nos vallan a
rse, botas negras y una capucha. Luego la persona se dirigió hacia la puerta de la casa, y al llegar se puso a
y no dejó de tocar al cabo de quince minutos, Carmen y
rada frente a ella. Entonces el misterioso visitante levantó su mano der
stás feliz
podía creer. Llevaba dos días pensando en su sob
segundos, la a
e esperaba especialmente ahora y con e
rmen , c
esa , bienvenida pa