Solo con un beso
ros más necesarios. Se había echado sobre los hombros el peso y la responsabilidad de su hogar; si no hubiera sido por Alex, habría regresado
un hombre asomán
S
iene recomendada por el señor Walker. Sin embargo, como entenderá, debo h
ecesitaba un ingreso. Estaba en extremo nerviosa, jugando con las man
sobre sus experi
go un trabajo de medio
areas r
od
To
puestos de mis compañeros cuando no s
ve
presionado. ¿Qué puesto como ese podía haber en un lugar así
tre. Aún tenía los gritos de Owen resonándole en la cabeza de aquella vez, de aquel desastre. Pero está otra
bre estaba dudando, así qu
. En verdad, necesito trabajar y sé que puedo ser
iend
que hacer café, era en limpieza. Y ella lo aceptó tan contenta. Por las noche
necesitó viajar mucho para encontrarlo, tocando el violín entre los vagones y pasando una gorra. Se bajaro
preguntó con un d
darme el lujo de ser exige
ero si tenía pretensiones. Para él, ciertos trabajos no eran dignos y hasta eran motivo de burla. Siem
usiasmo ni la alegría de Anna. Siempre había tr
lla quería llegar antes. Caminaba con esa sensación de que por fin las cosas se acomod
ensación de realización, de dar un paso más hacia adelante. Cuando la esperanza se renueva su sab
a nueva? Soy Mar
gusto,
o en los detalles, porque allí trabajan los jefes. Si, a veces, entras a alguna oficina y hay al
erf
hizo un recorrido por el lugar. No era nada complicado y podía descansar y usar la sección de
rimer día en que el cambio iba a empezar en su vida; te
el metro ya había pasado. Le tocaría tomar el bus. Por sue
fue? -le
o que da la satisfacción de un trabajo bien h
ándo t
n de
no fal
la de platos sucios en la cocina, la ropa aún en la lavadora, la
e nada... -
mbién trabajé toda la ta
uería que hiciese las la
ías haber lavad
stando atención; ya habí
ad
ásicas. Esa noche, Anna se acostó a las 2 de la mañana; a las 8 tenía clases, a las 12 comenzaba a trabajar en
la misma escena: un lugar desordenado. Su excusa era que como terminaba de tocar con el último metro y lo dejaba
estación cerca de su trabajo y no necesitaría regresar en bus. En realidad, no le importaba si Anna llegaba bien
ajo que enfrentar su mediocridad e intentar mejorar. Así actúan los cobardes: se esconden tras teorías ridículas para darle sentido a una vida vacía, en lugar de acep
símil y ridículo para esconderse. Como cuando una tarde le dijo muy serio y concentrado
-declaró s
a preguntado An
a mantenerme quieto en un solo lugar -. y su cara
o lo
diagnos
al médico
Esos solo saben l
nto
en una página web especializ
e que lo padecía, de que un test al azar en una página X tenía el mismo peso de diagnosticar una persona que un profesional que se había pasado 10
cob