Pasión Secreta

manos parecían haber cobrado vida propia; sin descaro alguno, acaricié las curvas del cuerpo del ángel que me tenía totalm

ezaron a trepar lentamente hacia su pecho, pero me detuve justo en las costillas, sintiendo bajo mis dedos la suavidad y la humedad de su piel. Escuché aun por encima de la música, el suave gemido que emitió. Ese sonido aloc

rcó sus labios a mi oreja. El tibio de su aliento

lóbulo de mi oreja a la vez que descendió una de sus manos por mi pecho-.

o mej

bvio que no tenía una situación de estas previstas. Ni siquiera por mi mente se cruzó lo mal que estaba hacien

a al club y me hizo caminar por

n hacer algo en este lugar - murm

e nunca pasó. Además, ni tú me conoces ni yo te conozco... - y, sin perder ni

ción rápidamente, y solo fueron pocos los segundos que pude asimilar cuando su tibia y pequeña mano se envolvió alrededor de mí. Los suaves y constantes movimientos de su

s labios me apresaban delicadamente, succionando en el preciso instante donde los espasmos se adueñaban de mi cuerpo y me hacían querer más. Me tenía mi límite con tan solo sent

brazo levantándola de un solo tirón y la

echo en toda mi vida - se abrió de pierna

trada de su vagina, percibiendo la humedad que de ella brotaba. Su calor me atrajo hacia ella de lleno, por lo que nuestros gemidos se sincronizaron cuando la conect

r que las mías. Mordisquee su cuello, a lo que sus piernas flaquerón y su interior me retuvo por breve

é su espalda a la pared y retomé los movimientos de mi cadera. Golpee su interior con fuerza, con gran deseo y necesidad

que tuve oportunidad de atacar su cuello y parte de su pecho. Succioné su piel, sintiendo el sabor entre dulc

Me encontraba en a punto de llegar al cielo, a ese que este ángel maldadoso me había llevado. U interior se ajustó a mi alrededor, a la vez que ella arqueab

ios y besarla. Ella como pudo siguió mi beso, pero este fue mucho má

ue llevo de vida - su pecho subía y bajaba con ra

es donde caigo en cuenta que ella es una completa desconocida. Nos acomodamos la ropa en silen

te conocido esta noc

a máscara

usto pasar un rato muy agr

y caminó por donde mismo habí

regresándome a la realidad.Esto que acaba de pasar, no puede volver a ocurrir nunca más. La opres