Una boda por venganza
trasladó a una clínica privada donde recibiría la atención médica necesaria para su herida.
tensa; Arturo, abogado y amigo de Max
rturo, con un tono de advertencia-. ¿No crees que R
Maximiliano, apretando los puños mientras revivía la angustiante imagen del día en que encon
nsideras que eso es irracional? Además, tu madre no lo aceptará cuan
i padre. Ella también debe enfrentar las consecuen
dote a ese recuerdo? Tu venganza no
cardo Landero era el responsable de su decisión. -Una lágrima corría por su rostro mientras apretaba los puños, lleno de dolo
en hacer que Ricardo cayera en la ruina y
ara todo el daño que
ndarlo asesinar? ¿Es por eso que lo hiriero
lgo que sirviera para que su hija aceptara casarse conmigo. Las cosas han salid
ia no tiene la culpa de lo que hizo su padrastro, ni siquiera está ente
n ella; será el golpe final para ese desgraciado. Haré que pague por la vida de mi pa
.
o de informarles que Ricardo estaba siendo atendido en uno de los mejores hospitales de la ciudad. E
ver a su padre acostado en la cama, con una vía de suero en el brazo y visible
Estábamos muy preocupadas por ti -di
mó la mano de Ricardo
ariño. Estaba muy preocupada
dió Ricardo, sintiendo un nudo en la garganta. Sabía el sacrificio que su hija esta
e su mirada reflejaba la tristeza de saber que Le
estás fuera de peligro y en libertad gracias a Maximil
rada, sintiendo un
fue personalmente a la
s enterado de que s
rmelo -respondió Ricardo, con un to
oso? -dijo Blanca, apreta
e maravilloso? -exclamó Leticia furiosa
de tu padre? No hagas que Ricardo se sienta culpable.
te que estoy enamorada de Patricio, y para mí es muy d
nto me duele que tengas que pa
legar a un acuerdo con él -sugirió Leticia, con la es
mirada la posibilidad de una salvación
estás de acuerdo en que
rir, pero sabía que no podía revelarle la verdad sobre Maximiliano. "Dios mío, perdóname, todo
un buen partido y puede ofrecerte una vida llena de lujos que y
apaz de creer que su propio padre e
estás de acuerdo en que
que su corazón
ue esto suena descabellado y muy egoísta de m
e momento, cuando estaba a punto de confesarle a su padre que esperaba
la familia reunida! -anunció con una
Leticia y la apretó con f
ir una impertinencia
o Maximiliano, mirando a Leticia. A pesar de sus intenciones de venganza, no podía negar la atra
o que has hecho por Ricardo, ¿no es verdad, Leticia? -dijo
spondió Letici
as que hacer, como fijar la fecha de la boda, que será en mi casa. Estoy seguro de que a mi madre le dará un
tió que su mundo se desmoronaba mientras miraba a Maximiliano, sin