Entre Secretos y Destinos
ndió incluso a sus nuevos compañeros. Su objetivo era simple: enfocarse en el trabajo, mantener la distancia profesional y evitar cualquier contacto inn
se dirigió al ascensor, sintiendo cómo la ansiedad volvía a apoderarse de ella. Mientras avanzaba por el pasillo hacia la sala, repasó mentalmente cada det
voz baja mientras esperaban el inicio de la reunión. Adrián estaba al final de la mesa, su postura impecable y su expresión tan serena como siem
ez que se presentaría oficialmente ante todos, y aunque había trabajado con algunos de ellos en sem
an oficialmente a Natalia Torres, nuestra nueva gerente de desarrollo. -Los ojos de Adrián la buscaron, y Natalia sintió una presión invisible que la obliga
de la empresa, pero mientras lo hacía, Natalia notaba que él dirigía comentarios específicos hacia ella, como si quisiera ponerlaa-. Nuestro objetivo en el departamento de desarrollo es expandir el alcance de Velasco Enterprises en nuevos merc
or la pasión y el conocimiento que había adquirido en esos años de esfuerzo. Pero su conf
plan específico tiene para implementarlos? -preguntó uno de los ej
royecto funcionara. Sin embargo, sintió una tensión creciente a medida que Adrián se reclinaba en su silla
a no podía evitar sentir que Adrián la estaba poniendo bajo una lupa, analizando cada palabra, cada gesto. Cuando la junta llegó a su
edarte un momento? -
asintió. Cuando los demás salieron y la puerta se cerró, Adrián la obs
e-. Conozco este mercado, y sé que es difí
ida por el cumplido, aunque d
algo que aún no entiendo. ¿Por qué, después de tan
mido desde el primer momento. Sabía que cualquier explicación s
lo que soy capaz de hacer. Y vi la oferta de esta empresa co
cismo en sus ojos. Finalmente, él asintió, pero en su expresión
quí, Natalia. Quizás... -hizo una pausa y su tono se suavizó-
o algo más, pero no podía arriesgarse. Hizo una
jaré para asegurarme de que este equipo log
erable, como si él fuera capaz de ver a través de cada palab
a -dijo, y sin más
algo en la mirada de Adrián que la hacía dudar de su capacidad para mantener el secreto que guardaba celosamente. El hombre que estaba frente a ella no era solo el
bido Adrián algo extraño? ¿Había sospechado que su re
o, su teléfono sonó. Era un mensaje de texto de Clara, la
untó cuándo llegarás. Espero que tu prime
es, él era el motor que la impulsaba a continuar. Su pequeño de cinco años, con esos ojos oscuros y esa sonrisa traviesa que hab
de ella complicaba todo. Y el simple pensamiento de que él p
sus emociones, pero también entendía que esto sería cada vez más difícil. Adrián estaba decidido a reabrir esa conexión
. Giró la cabeza y se encontró cara a cara con Adrián. Él la
s, Natalia. -Su tono era bajo, casi íntimo-. Me a
promesa. Adrián no iba a dejar que ella se mantuviera al margen, y aunque él no lo supi
r Velasco. Nos
caminó hacia su auto. Sabía que, en algún moment