Sombras de un recuerdo
a profunda. No necesitaba nada más. El sonido de la cascada, el aire suave que mo
de Edgar me sacó
nte no pareces tú misma. Te veo dis
spondí rápidamente,
e daba un beso suave-,
nio? -le pregunté, sorprend
una sonrisa pícara, mientras me besaba de nu
estás inten
ó, riendo mientras me
nte, en algún rincón oscuro, seguía pr
etiene. Esa vocecita en mi cabeza, susurrando su nombre. Liam. El recuerdo de su risa, su mirada... Me estremezco. No puedo hacerle esto a Edg
regunta, su voz suave pero llena de preocupación. -No... es solo que me he quedado... atónita. -Intento son
nrisa vuelve a aparecer, más brillant
este momento quiero verlo feliz, aunque por dentro me consuma la duda-.
ue cada vez se vuelve más intensa. Cuando al fin apoyo la cabeza en la almohada esa noche, el silencio me asfixia. ¿De verdad quiero a Edgar? ¿Estoy lista para
, suena el móvil
Edgar. -¡Ah, sí! No me acordaba. Jajaja. ¿Y qué tal ha ido el finde? -Quedamos para comer y te cuento todo. -No tengo fue
stoy a punto de decirle. Cuando le cuente, seguramente querr
nica a quien pude contarle lo que pasó aquella noche de verano. Pienso en esto mientras busco el
años sin vernos-. ¡Estás loca! ¿Cómo se te
, y al final resulta que no había cob
erviosa. Al dar el primer paso, sentía q
inamos hacia nuestra mesa-, ¿a que no adivi
¿Liam
¡
sentamos, y mientras esperábamos la comida, saqué
s en serio o me es
, tía! ¡
sonrisa, pero antes de que pud
ijo alguien a n
resencia me de