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Un omega compatible para el Alfa

Capítulo 2 Episodio 2

Palabras:1872    |    Actualizado en: 05/11/2024

scúl

ba puestos sus anteojos en ese momento. Pero si pudo percibir que los ojos del hombre se

o, cuándo y cómo resultó herido, y qué tipo de compensación desea.

del hombre se mov

emplea

lo preguntó una vez en tono bajo, pero al escucharla le hizo sentir una tremenda presión

. Está obstruyendo s

ser

su estremecimiento, sin embargo sabía que no había hecho nada malo. A propósito, examinó

e bien. ¿Dime, qué

ernativamente entre Darling y el hombre. Parecía tener miedo de que este incidente lo afec

disc

eñor, no

la empleada, que lucía

bien. No te

nte, no e

o sus ojos en el hombre que estaba frente a él. Se veía molesto, pero él no se avergonzaba en lo absoluto, seguía mostrando una apariencia d

a contar lo que e

afuera y cerró la boca. El autobús acababa de llegar af

¡el au

ó el piso detrás de él, pero ni siquiera lo notó. Tenía que esperar unas horas si lo per

és de su partida. -El espejo de mano... que era de mi mamá. No podía volver, así que tendría que vol

e Darling se fuera. El hombre al frente miró fijamente a la puerta por donde se había ido Da

o se encogió. No es por lo que el hombre les hizo h

gerente, vuelva a capacitars

ector Ej

caminó por el vestíbulo, quitándose la chaqueta que había visto Darling. La hizo a un lado con disgus

aros zapatos que avanzaban suavemente sobre el vestíbulo, se detuvieron de repente. El hombre miró hacia

é es es

r se reflejó en su rostro. Aunque respiró

do Darling. Y en eso vio el viejo esp

*

los rumores de su renuncia esta mañana y también negó cualqu

su corbata. Ya estaba enojado, la alfombra estaba hecha un desastre otra vez.. Cuando

ecutivo, ust

o de aquí a

e parecía perfecta. Los utensilios de escritura y los documentos sobre el escritorio estaban ordenados, las cort

qué le pasa

stás ha

do un sudor frío fluyendo por su espalda. De alguna manera tenía que encontrar un lugar sucio. Afortunadamente, pudo ver un pequeño mechó

ver muy bien ú

a punto de darse la vuelta, se detuvo en seco cuando vio a Keith Dominic sosteni

é es

ue no sabía la razón. Al ver ese impulso sangriento de parte de su jefe, el secretario H

da. Entonces arrojó el espejo de mano

ó al ver el papel de la prueba a un lado

que lo tirara

jamiento con omegas. Ni siquiera podía recordar cuántas veces lo había hecho ya, pero curiosamente, Keith solo tenía cifras bajas para cada prueba de compatibilidad con omegas. Por lo general, el promedio es del 30 al 4

cia de su linaje, ya todo que se trata de tener un b

lla. La luz del sol fluía suavemente p

irarse a sí mismo cuando era uno. Los niños son sucios. Ellos babean, derraman la comida, y no pueden limpiar sus desechos. Keith Dominic odiab

onstantemente busca un omega que diera a luz u

glomerado Keystil. El resort, los hoteles y los casinos de Busan estaban en sus manos. P

tración de empresas directamente de ella cuando era joven. Desde niño tuvo que lidiar con su mal genio e impaciencia, cada ve

después de estudiar en el extranjero y dejar el ejército a una edad temprana, se unió a la em

iba a realizar un trabajo sencillo en la empres

presidenta Victoria Domimic le

ente quieres algo de mi dinero

una vez se preguntó si

ue regresaba cansado, sino que era un officetel en las afueras de la provincia de Gyeonggi, ya qu

es que te fal

rreglan tan fácilmente. Siempre detestó las cosas lentas y más aún odiaba sentirse como en una congestión de tráfico, que avanza a paso

tado hasta ahora era casi el límite que pensaba para sí mismo que lograría aguantar. Por supuesto, es innegable que la influencia de abuela fue parte de aquel

guir sufriendo tanto como los demás, su abu

un

ue había estado tomando, y trató d

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