Amor, Ambición y traición
a en honor a Clara, una fiesta que no era más que una excusa para reunir a las familias más poderosas, con el objetivo de encontrarle un esposo adecuado. Al igual que Daniel, Clara era part
impecables, faltaba una pieza clave: Clara. No había salido de su habitación en todo el día y, para frustración de su padre, no respondía a los
ida, se volvió hacia Daniel, quien estaba
. Ella sigue creyendo que tiene una opción. Hoy es el día en que debe entender su papel. Su matrimonio
, moviéndolas según su conveniencia. Pero la mención de Clara lo inquietaba de una manera diferente. Cada vez que pensaba en ella, un nudo se formaba en su estómago. Sab
aniel, casi en un murmullo, si
saprobación, pero dejó que Daniel fuera. No habí
-
resonaba en el pasillo vacío cuando llegó a la puerta de Clara. Tomó aire antes de llamar suavemente. El sil
a mezcla de desafío y determinación. No llevaba ningún vestido de gala, sol
lara, cruzándose de brazos-. Porque si e
abía que nada que dijera har
vine a hablar. Maximus
rga, apartándose de la p
-dijo ella, sentándose en el borde de su cama-. Y, por algun
ras. Maximus lo controlaba, lo había convertido en lo que era ahora, y lo mantenía bajo su puño c
imperio -dijo Daniel, aunque las pal
miró co
ncrédula-. No soy una marioneta pa
nó hacia la ventana, observando los preparativos de la fiesta en el jardín. Las luces brillaban
cer? -preguntó, sin apar
ca que Daniel podía sentir su presencia, u
ebo casarme. No voy a formar una familia por conveniencia, por poder o por sus juegos sucios. Si me caso, será porque yo
lo atraía y lo desafiaba. Cada palabra que decía era como una daga que cortaba
una voz apenas audible-. No deberías
o que realmente estaba pensando. El silencio entre ambos se hi
¿Qué harías tú si tuvieras la opción? Si no estuvieras a
viera la opción, si tuviera la libertad... elegiría a Clara. Pero no podía decirlo. No podía per
rmuró, desvia
uspirar y apartarse. Volvió a sentarse en la cama,
niel. Solo que no t
-
entre las sombras de la mansión, Daniel se encontraba en una encrucijada aún más grande que la que había enfre