Cállate y dame un hijo
, sé que se pasa horas entrenando y es amante a la natación. Y ese cabello negro y lacio, se ve tan sedoso, como para pasar mis dedos por ellos y se
o. Ahí, sentado a mitad de la reunión, se ve como un tempano de hielo. Cómo me gustaría saber qué pa
a consumido en un profundo silencio. Se ha acabado la proyección, to
? -pregunto, para así quita
ás inepta que he e
pocas arrugas de su chaqueta, abotonándol
a-. No permitiré que la compañía de mi familia esté en tan malas manos. Por favor, n
a mirada por mis emplea
stó de la propuesta podrí
ta compañía jamás cumplirá las expecta
dida, la cual él claramente no corresponde. Sé que me odia. Me odia
e marchan, todos vuelven a respirar y em
cretaria, con las manos en el pecho-. Por lo que dijo, par
pectativa, esperando que a su jefa se le ocurra una
ro. La sociedad ve a las mujeres exitosas como solitarias, egoístas y que no comparten la idea de la maternidad. Todo lo contrario, a las mujeres tradic
ndido. Pero yo no estoy de
hombres que se ven amenazados de mi éxito. O pasa que voy a una cita y noto que es
nque no quiero tener cualquier hijo, quiero que sea uno de un hombre que yo conozca
recuerdo de Alessandro Bacheli. Dios mío, ¿ese hombre por
scritorio y llevo las manos hasta mi rostro. Ahogo un grito y
torio y decide marcharse en silencio, sabe
andro de asociarse con nosotros, ¿cómo podré hace
o quiero para
demasiado... exclusi
vida perfecta. Me enfoqué tanto en ese "ser joven, rica y próspera" que dejé a un lado mi vida amorosa porque me di cuenta que en ese
retendiente, pero ese no es mi caso. Me dicen que yo los intimido. Y es verdad. Así que ahora que estoy casi en mis treinta, ya teng