¿Amor? No. ¿Sexo? ¡Sí!
me estremecí de dolor, pues mi
ar su brazo de mi vientre si
e", dijo él
rato más"
ue mi espalda sintier
lta y puso sus piernas sobre las
ntate, me está
me, le di un codazo en el
ue te quejaras cuando es
so fue...
a soltarme de sus brazo
l empujó sus c
saldrás de esta cama hasta den
ntí su er*cción matutina, p
ambié de opinión",
que te movie
erpo, como si me hubieran obligado a parti
de nuevo, no creía poder
eta junto a él, acur
etendía, todo lo que yo quer
, por lo que aproveché esa
noche anterior, pues enjuagué c
das ocasiones, pero las marca
eduras en mis clavículas eran tan no
e el hombre había s
asiadas '
que mi vestido
ente para luego ponerme el v
en su habitación. Él también se había d
ente las marcas rojas y brillantes de los ara
mejor, pues supe que no era la
ra inesperada, que
ángulo correcto y hacía que su
como el ónice negro, resultand
onsciente, sin siquiera saber el
ontestó en tanto se
perarse, su pr
reo que tengas la suerte suficiente como para en
ara acomodarse los gemelo
blemas de desempeño sex*al de tu esposo, pue
ncertó por un momento,
óxima vez", le dije, tratando de
entí que no fui
er s*xo con él, sino que me
era una m
era de las que buscaban
e se quedó en silencio en
corbata de manera
que él lucía, m
ido y noté que est
no había sacado mi cartera de mi
dar algo de dine
ntestó con un
?", aceptó con un to
se acercó a su mesita de noche, abrió u
dispuesto a escribir cual
de que el se había hecho una idea eq
mi cartera y no tengo ni un centavo. So
esde el puente hasta su casa, la cual estaba ubicada en una
ó él para luego devolve
el dinero que necesites, aunque no creo que puedas to
levarme a la estación de aut
los tacones, era evidente que no pod
en, no era para na
las afueras de la ciudad, j
i por alrededor de veinticinco minutos an
ombre?", me preguntó a
ba decirle có
o no quería conocer
onreir, darle las gracias,
más que un encuentro casual, una
de cine y cuerpo de dios griego
no creía volver a ver
arecer, esta