Bajo La Luna Roja
Alpha Magnus, se encontraba reunido con los principales guerreros de la manada en el centro del claro. Desde su posici
iendo aquí? -La voz de
te, enfrentándolo c
rmir. ¿Qué e
cautelosa hacia la reu
e que Magnus está decidido a tomar
ntó Lyria, un nudo form
ener la superioridad territorial -dij
menos no de esa manera. Antes de que pudiera interrogar más
-dijo Magnus, con una fuerza que resonó en el claro-. Su alfa es j
re se le helaba. Sabía a
, la manada se dispersará. Y con su muerte... cualquier
adre sabía. De alguna manera, había descubierto l
*
Sabía que cualquier movimiento sospechoso podría ponerla en peligro, pero qued
ciente para evitar las patrullas. Corrió por el bosque, su corazón latiendo con fuerza
encontrarse, él ya estaba allí, c
lleno de preocupación al v
ella sin preámbulos, jadeando por el
s brillando con una mez
lo desc
lando-. Pero no importa. Tenemos que hac
ijo Aiden, cruzando los brazos-. Si
ás -replicó ella, su v
tes de acercarse y tomar s
, Lyria. Pero tampoco puedo permitir
gieres? -preguntó
, su voz firme-. No como alfa
miró, i
ue eso fu
. Pero es mejor que queda
*
ue Aiden tenía razón. Si seguían escondiéndose, tarde o temprano
queño grupo de sus hombres más
y enfrentarte directamente al alfa Sombravien
ión -aclaró Aiden-.
aleb dejó escapar un bufi
ijo Aiden, su tono inquebrantable-. Y no esto
ó, finalment
epas lo que e
*
ntre ellos era palpable, pero ninguno mostró vacilación. Al llegar a los límites del territorio, Lyr
us -dijo ella, su voz cla
entir y escoltarlos al interior del campamento.
ió, levantándose de su asi
colocándose entre ellos-.
migo aquí, Lyria -gruñó Magnus, su
-dijo ella, con fi
olpe. Los guerreros Sombraviento mir
n incredulidad-. ¿Tienes id
-. Sé que esto va en contra de todo lo que hemos defe
u rostro endureci
ada. Este vínculo es una maldición. Y si eliminar a e
l frente, enfrentán
Pero sabes tan bien como yo que mata
mo un golpe inesperado. Magnus
stás di
solo nos ha debilitado -dijo Aiden, con firmeza-.
ó un destello de duda, pe
o cambi
ón-. Padre, la luna nos ha dado una oportunidad para t
el peso de sus palabras. Pero luego negó con la
emuestren que este vínculo es más fuerte que el odio que no
ó, aceptando
hare
n. Sabía que lo que habían prometido no sería fácil
ento, su mente dividida entre la furia y la incertidumbre. Tal