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Transacción Amorosa con el Millonario

Capítulo 3 3

Palabras:1069    |    Actualizado en: 17/12/2024

ueron unos cuantos abon

eo al hombre jugueteando

aceptable acercarse a un desco

nteligencia emocional", mu

lgar". Destrozando o

al, probablemente lo que quiere decir es que lo comparan con Patric

dice Jonathan. "Apareces allí

abogado. Un acosador la estaría es

cién hoy se entera del testamento. Dudo que esté d

ficientemente irritantes, el chico de los botone

esto es

sacarse la pelusa d

tan pronto como él enfermó, allí estaba ella. ¿Crees que estaba interesada en la reconciliación? De nin

deo indign

jode

n de hundimiento

acabados porque ahí está ella, la

ba encantar para que

a

nuto

do, examino mi

y juega con los botones del cuello de su camisa, y un ejemplar alto, mel

much

pu

otra

jándome, acalorado y m

ar en esa oficina, los momentos sexys serían lo último en lo que p

e sé, así que no tengo ni idea de por qué ver el puño de un hombre me hace lo mismo que el Viagra le haría

las que vendería mi alma. Y por alguna razón, lleva un chándal, lo que debería darle el aspecto de un rapero o un mafioso de la v

ctivo" es objetivo o subjetivo? ¿Todos podemos elegir a quién nos parece atract

a pesar de detestar la violencia y todo lo demás que representan los vikingos, los encuentro infinitamente fascinantes. Y no estoy orgul

z sí tengo un

uñe el vikingo con sensualidad". Un acosador

"ella" y por qu

lado de la línea, con sus ojos grises brillando con acero". Ella lo ev

mi conciencia culpabl

conciliación?", continúa. "De ninguna

o está hablando

era el dinero, como u

stro de excitación se evapora, dejándome m

una montaña rusa de emociones recorren sus ras

ce decepcionado por

ncia entre nosotros, toco su ancho pecho co

a

egundo

l. La única incongruencia es su atuendo: en lugar de alta costura, lleva un sencillo vestido rojo con lunares negros, como una mariquita sexy en Halloween. Afortunadamente, no hay botones a la vista. Las cazafortunas tienden a usar atuendos con muchas de esas cosas hor

re mí, tal como lo hizo el Número Veinte el otro día, y termi

o delgado y dice:

, lo cual es una idea tan tonta como hab

uedo mirando el dedo y a la mujer que lo sujeta

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