Mimada por el despiadado jefe clandestino
fue ines
tanto que no pudo
se quedaron paralizados,
te años, y nunca lo habían vis
que se acercaban a él terminaban como alimento para peces
le había lanz
lvidara todas sus reglas
y desconcertada, Khloe estaba tan conf
una tormenta que se desataba sobre e
za que se sentía como una flor en medio de una violent
onmoción, la rabia su
había hundido en las profundidades más oscuras. Pero rendirs
ble que se ne
ededor del cuello de Henrik y le dev
o, ¿qué daño ha
doramente guapo, proveniente
rdía
su lengua, negándose a que
enrik afrontó su intensid
en un feroz intercambio. Los dos competían por el control, e
gundo más apasionado que el anterior, h
labios hinchados y manchados de sangre, u
omisura de su boca, donde sus d
en ella con una profundid
inmutarse ni mostrar
mpezaron a respetarla p
qué Henrik se sent
, con un coraje que
los labios de su jefe sin
o a Khloe con una cr
s era un recuerdo de lo
una flor delicada. Era una rosa con espinas, y cualquiera lo suficie
ivadora, el peligro debajo
agrado?", preguntó Khlo
con una sonrisa. "Ahora ocupém
la llevó a la suite del ho
ef
es de traje se formaron y saludaron a
idables luchadores, pero aun así
le indicó a Khloe que se
nquisitivas e indiferentes, Kh
una situación precaria, n
le pareció div
tráelo",
ue todos los demás parecieran
actitud amable hizo un gesto con la
apareció un hombre desaliñado,
a manchada de tierra. Las huellas de pisa
cho los ojos a
el famoso cerebro de
s bares y clubes nocturnos mientras dirigían un comercio internacional de
que Henrik planeab
ncia, creía que Karl se ve
ensó que lo secuest
familia Russell no valía n
maldiciones. "¿Quién te crees que eres para tratarme as
arrebato, Henrik orde
tola con silenciador y disparó
aros destrozaro
ojos, Karl quedó reducid