Cazadora: Licántropos y Vampiros
profesor con molestia, parpadeé varias veces y s
nos en puños debajo de la mesa. La clase s
sentir un tirón en la vena del cuello a la derecha, es
uedo ir al ba
ochila y salí corriendo fuera del aula, con
comienzo del bosque, donde sentí un tirón en la vena
lambres saqué una espada de mi mochila, mi favorita, de hecho, era una híbrida y lo mejor fue que yo misma la forjé, con la punta hecha de un a
ché gritar a una potente y masculina voz, me escond
dora ha estado cazando a los mío
ido en mis presas favoritas hasta el momento. Ellos daban una buena pelea y solo me maldecían
o era el
frente a ellos con una sonrisa ladina y balanceando
das y cabello ondulado. El otro, igual de alto que el moreno pero no tanto, era pálid
nioso comentario, se pusieron en posición de pelea y y
ión me precede. -Di
cabado con manadas y clanes
con odio. -Vamos, no me mires así, les hice un favor al ha
idad sobrenatural al asesinarte.
í a mitad de su cambio, me lanzó un zarpazo que mandó a volar mi espada y después arremeti
ciendo el ceño, puse ambas manos en mis
s sobre su eje, me soltó, volé durante cinco segundos a través del bosque y finalmente caí con estrépito sobre mi costado derecho, mis pulmones se hicieron puré contra mi caja torácica. Tensé la mandíb
combate en el peludo trasero del lobo, mandándolo a volar y dejándome libre en cuestión de segundos. - ¿Qué?-In
me de movimiento alguno, maldije por lo bajo e intenté usar la casi nula mag
arse al lado de ambas criaturas, su cabello era castaño tirando al rubio, tení
tal Spencer con brusquedad, me abstuve de pon
sin tener plan
egar tan lejos. -Se excusó el
, ahí podremos hacerla
,
ro, Colm? Él
ado todo lo que el
no merece
-Hablé buscando una manera de liberarme. -Vi
-Dijo Spencer y
to de quitarme el aire, observé furiosa a los tres chicos ante mí antes de
.
ontrándome observada por los tres chicos del bosque, una mujer con aire perspicaz y un hombre de gran
e con voz enronquecida, un amago de s
o una rodilla en el suelo y recargándose en
er sobre la persona, ¿po
latigazos, algo que me hizo promet
iré a la mujer
a la empuñadura de una espada a lado de un abultado vientre de embarazo. Sus ojos azules r
ordia, puedo sola. -Dije haciendo una especie de reverencia con mi cabeza y miré al
tó y le hizo una seña a uno de su
mi cabeza en una especie de gancho de hierro, luego, empujó mi cuerpo hasta que estuve colgada a mitad de la estancia, siendo obser
esta vez. -Ordenó Luther
estremecerse ante el dolor del primer latigazo dado en mi espalda, fruncí e
ue manaba de las heridas, solo hice una mueca de dolor cuando me dieron en la cade
radiante, el Alpha, deteniendo el castigo
gre. -Dije, él tensó la mandíbula y miró
. -Ordenó
diga,
l C? Es solo una niña. -Saltó al inst
mar sangre, no voy
tática saltando en toda su longitud, tragué saliva con fuerza al verlo, ese sí que
oreja. -Un látigo forjado por las hadas y hechizado por la más oscuras de las
er
e mi espalda estallara en llamas gracias al abrasante dolor, perdí fuerza en las pier
omo el maldi
ue mi cabello azabache hizo una cortina frente a mi sudoroso rostro. Al quinto latigazo no pude soportarlo y solté un gemido lastim
ca y todo se volvió negro, dándole p