El climax de un millonario
TULO
la. Esas fueron las acciones que me permitieron recobrar el aliento, s
staba a mi
uesta que, si la rechazaba, podría ser algo estúpida de mi parte.
me desabotoné la camisa blanca, quedándome únicamente descal
rco al ventanal, tratando de hacerme una id
estén preparados para verlo encuerado.
or al imaginarlo como aqu
la protagonista de aquel fragmento. Me miro los dedos en
dido ayudarme en
endian con tan solo recordar sus ojos grises. Ese rostro s
delantero de mi pantalón, haci
elklein, pero una punzada de decepción me g
je de texto
00:00 horas. S
sar. No quiero saber nada de el
es de la playa, así que estaba en el radio de los luga
s privados eran carísimos y no era para nada accesible. Debías tener un apellido
con otras chicas que estaban allí o porque no tenían otra
callejón muy poco iluminado y en donde la mayoría dec
la entrada y toqué tres v
ado, dejándome ver los ojos oscuros y saltones de Daniel. Est
poco tarde, Amy? -esc
s ojos e
ce minutos desde las cero
iz no le
es t
o inició a las
Daniel -me cruzo de brazos sin poder evitar golpear con uno de m
rendija y abre la puerta l
a -carrasp
a misma estatura que el umbral. Tiene un traje negro y una corbata gris. Cabello ruliento
ni! -le
el cual me corresponde co
e regañe -me dice, con tono a
y me m
echo y da la sensación de que las parede
uertas que te dirigen a una habitación diferente
ard
u presencia antes de abrir la pu
orio, sentada. Arrugo la
veo. Las paredes rojas hacen que se note aún peor. N
o sobre el cenicero, con sus o
castaño. Sus ojos agitados, verdes, se clavan sobre mí, y yo me abrazo
ugas. La edad y el tiempo n
Estoy harta de tu indisciplina! ¡Eres una...!-la tos interrumpe sus pala
a se desvía y me aferro a q
esto. No oigas sus palabras. Tú
y espero recibir u
o la manija del picaporte y cierro la puerta. En cuanto la cie
placer de verte afectad
encuentra a oscuras y las únicas luces que ingresan en él son la
alda pegada contra la pared mient
cta-miento y me
calada. La rechazo con
no fumo-l
si algún día cam
erta de vestuario y ella se detie
cándose a mí y mirándome a la cara, analizándola-
de los doce años de edad. Se trata de un baile cuyo elemento principal es una
fuego desde que la conocí y piel morena tan hermosa q
robusta
bien. E
siente, me da un apretón en el hombro y se enca
te más hermoso que puede existi
tenía y lo convirtió en
cer, ahora encuentro
a hacia el frente, serie y mis manos están entrelazadas contra mi vientre, nerviosa. No es algo que
is pechos, un shorty blanco de encaje que apretaba mi trasero, y uno
ngan el descaro de imaginarme en diferentes poses sexuales, haciendo asquerosidades con mi cuerpo. C
a. Me dab
estatura, se me acerca sosten
l? -me pregun
imita mi gesto. Sube al escenario dando breves saltos sobre lo
n, con sus focos altos y redondos, y el telón rojo de terciopelo, pesado, se ab
los cinco conmigo en forma de saludo y
n con el micrófono pegado a la boca-¡Está aquí para deslumbrarlos, para maravillarlos y se irán a casa c
es lo que escucho y me ensordece. Me ab
el!¡La bailarina más exótica de toda California!
sa. Aplausos, chiflidos y halagos recibo por par
pero me es inevitable no
ca por s
entado en una butaca alta junto a la barra, listo