La dulzura de una noche
estaba rodeada por un gran jardín bien cuidado. Leona pasó lánguidamente con su bicicleta por una pequeña puerta de la esquina del jardín. Después de estacionarla, se dirigió a la cocina. Nancy h
u hija y la atendía cada ve
omento en que giró la cabeza, su rostro se puso completamente rojo. Leona encontró a un hombre y una mujer besándose. De hecho, el sonido que escu
r apasionado en el que Jasmine rodeaba el cuello del hombre con los brazos, se ponía de puntillas y trataba de retenerlo. Como
ro había algo extraño en la pareja que tenía enfrente. Lo que más le llamó la atención fue que, en general, los chicos eran los que ponían sus brazos alrede
ocido recientemente a ese joven, que era dueño de una empresa más grande que la de la familia Ling. Jonson era muy exigente y le daba mucha importancia a
por otro lado, Leona estaría perdida si Cynthia la descubría. La simple idea de pensar en la ira de su madre hizo que la chica temblara de miedo. Entonces
onido. Los ojos de Jasmine, enfadada y avergonzada, se abrieron de par en par. '¿Quién es la persona que se atreve a estropear mi plan perfecto?', pensó para sus adentros. Como result
a en Harvard y fundó la empresa, que funcionaba con éxito en Estados Unidos. Volvió a China hace unos pocos años. Se decía que había iniciado el
resentó a Jasmine. La chica se enamoró de Greg y acudía a cualquier fiesta a la que él fuera. Jonson incluso la animó para que tomara la iniciativa. Después de todo, no podían permitir qu
emprano. Jonson llegó a sugerir que, dado que Jasmine y Greg tenían una impresión favorable el uno del otro y tenían edades y antecedentes familiares similares, debían comprometerse lo antes posible. El negocio de la familia
su sorpresa, él estuvo de acuerdo. Greg se había comprometido con ellos a celebrar la ceremonia de compromiso tan pronto como terminaran los pocos negocios importantes con los que estaba
él. Lo que no esperaba era que la interrumpieran de una manera tan incómoda. Jasmine se volvió hacia el lugar de donde provino la v
ba en bicicleta, el viento soplaba y movió su cabello dejando expuesta su esbelta cintura. Se veía como un hada bajo l
tención fue que entró por la puerta trasera a medianoche con una bicicleta y en silencio, como si fuera una ladrona. Pensándolo bien, parecía que era una lechuza
iato: "Yo... Lo siento. No vi nada. Yo... ¡Me voy!". Luego cor
dad vuelve a casa tan tarde?",
su hermana era una chica promiscua, y eludió el tema rápidamente. No quería que se fijara en su hermana, esta no tenía que esforzarse demasiado para llamar l
hermana cuando Cynthia no estaba. Pero tan pronto como esta la descubría, descargaba su ira sobre Leona; la pellizcaba y la golpeaba. Jasmine, mientras