Al Borde del Deseo
n plena floración: sus delicadas flores rosadas caían y fluían suavemente sobre el río. Los sauces verdes bramaban en el viento
e su lengua hormigueando con entumecimiento. Tomó otros dos sorbos. La amargura del primer bocado pronto fue ahogada por el segundo. El sabor amargo se había
taza de café sobre la mesa y mir
lla sabía de él, él era un hombre exito
u cabello parecían ser translúcidas ya que se balanceaba ligeramente por el aire. Era como s
or lo que escuché, eres enfermera en un hospital. Debe ser mucho trabajo duro por un salario tan pequeño, ¿verdad?
palabra. Era obvio que era un hombre de negocios. La forma en que se sentaba en su asiento ampliamente, y
plata en la mano. 'La voz persistente de este hombre es tan
había estado escuchando a este bufón durante una hora! Por un segundo, Viol
pensó en cómo su madre la reprendería y cómo suspiraría su
a última hora, había estado hablando de sí mismo, desde la historia sobre cómo adquirió su riqueza, hasta el futuro de sus futuros hijo
. Mientras miraba fijamente al hombre y su grano, Violet sopesó sus opciones una y otra vez. 'Lo que sea. Estoy termina
no tendríamos que preocuparnos por todos nuestros gastos personales, no hay garantía de que no habrá ningún problema entre
iolet pensó sarcásticamente. Ella no respondió de inmediato, hac
t puso una sonr
s demasiado temprano
tinuó: "Sr. Zhang, parece que me malinterpretas. Estoy muy feliz con mi trabajo ahora. No renun
tuta, ella lo mir
n hombre se puede ver por el cabello en su cabeza
ersonas de las otras mesas sofocar su risa. Miró al h
cialmente porque había estado callada todo el tiempo. Se puso de pie rápidamente,
. .
no tenía palabras. Su rostro se volvió violeta de ira, y por la forma en que su rostro se retorc
la cafetería mirándolo. Con un suspiro exasperado, recogió sus c
o darte un consejo amistoso. El tipo de hombres como usted que piensan que son superiores a las mujeres debe
se volvió de mala gana a
uanto más miraba al hombre. Tomando un último sorbo de su café
ñora seguro es
de cuero estaban sentados detrás de la mes
ado toda su c
as gafas con montura dorada. Parecía bastante elegante
e a él no habló. Se levantó
stamos aquí para una cita a ciegas", dijo cuando vio al hombre
s remedio que subir al auto también. Annus se acercó a
jefe para asegurarse de que su nieto no rescataría su cita a ciegas. Básicament
No podía hacer nada m
desde el asiento trasero,
eran casi impecables, casi como las estatuas de mármol talladas en Grecia. Sus delgados lab
el espejo retrovisor y siguió e
, el taxi se detuv
orreo electrónico que recibió esta mañana y se puso aún más inquieta. Estaba desesperada por enc
ella se sentó, una voz
ta si me s
irle instintivamente. ¡El nervio de algunos hom
o de salir de su boca de repent
staba oculto en la sombra debido a las tenues luces de la barra, pero era fácil ver que era
la última vez que se había
era decir algo, el hom