La doble identidad de mi marido

scondidas detrás de la puerta, pues suponía que a e

a dado a Denis la oportunidad

rabia la

¿Alguna vez te has preguntado por qué ya no se arregla? No es por falta de ganas, sino porque la crianza de los niños y las r

o una mujer encantadora y respetada si no hubiera elegido casarse c

intió el impulso de golpe

licó Denis con aire de superioridad, sin mostrar el más mínimo remordimiento.

ine le dio una bofetada qu

Un denso silencio invadió la ha

uria, luchando por r

uien despreciara de tal m

Para mí, no eres más que un monstruo", siseó. "¡Trata a Marg

rido, un rencor profundo hacia Nadine c

Margot lo había escuchado todo.Las lágrim

de almorzar, Nadine todav

boda y les anunció que se había casado, au

tarde. Nadine se mantuvo ocupada hast

inaste po

ado de la línea. Al oírlo, Nadin

cional, sino por el timbre inconfundi

tu oficina. Sal cuando

ba para irse, respondió: "De

auto y le dijo a su chofer: "El

Elvin. "¿Está seguro de

Puedes retirarte",

bían establecido su negocio en Faysage, una zo

un bullicioso centro comercial que

nos momentos fre

y el ajetreo de la gente creaban una atmó

dine salió,

reguntó: "¿Qué te trae por aquí?". Recordó

El banco embargó mi casa y mi auto, así que ahor

decir por un instante. "Esta mañana to

Carsten mintió: "To

sar el repentino giro

o había dicho an

añadió: "Además, ahora mismo estoy sin u

ni le habría pedido ayuda si no f

onerla a prueba; el divorcio que planeaba

tudes de Nadine, así que, resignado, Carsten se li

a asimilar que su esposo recién casado estuvie

dió de in

revelaba que se

nrió para sus adentros, conven

e con

s trámites de divorcio de inmediato, lo que sería una vía rá

nada antes?", le pregunt

e ella había aceptado este matrimonio por v

podía culparlo. Después de todo, ahora eran un matrimonio y s

á tu equipaje?", pregu

un momento y frunció el ceño. "¿A

dónde ir, ¿cómo podría dejarte en la calle? No te preocupes, no me casé contigo por tu dinero

estaba a

un rechaz

o él creía, pero la reacción de ella demostraba justo lo contrario: parecía que d

azo, Carsten insistió: "¿Y qué hay de

o para pensarlo", respo

ra una suma i

aré. Después de todo, nos conocemos des

una respuesta",

eñor Fletcher, aparte de la bancarrota,

n marido

a estaría legalmente ob

le preo

otó su in

ería añadirle más cargas, así que aclaró: "No. Puedo saldar mis de

"Eres un hombre inteligente. Primero consigue

en silencio, asin

a actitud de ella no le

equipaje?",

ente. No tuve tiempo de sa

los de primera necesidad", sugirió Nadine

a de un callejó

ulso de burla

hombre que h

ruina, sino que ade

ijarse en un

o resentimiento por el

ansiaba la oportunidad

ar a ese nuevo marido p