Golpe de suerte: El heredero perdido vuelve a casa
se salieran de control. Se arrodilló antes de que Farris y Horacio pudieran discutir algo. Sabía que alguien podía hacerse pasa
. Esto indicaba que el hombre que tenía delante era de hecho e
espectáculo, pero no podía obligar a un hombre como Farris
os quite nuestra fuente de ingresos. Prometo hacer lo que me pida". El jo
acostumbrado a despilfarrar el dinero desde que nació. Nunca había trabajado ni un solo dí
amilias más ricas. No tiene a nadie que lo apoye económicamente, excepto a su padre. Ahora que se había encontrado con algu
señor Warren antes de que yo llegara?", preguntó e
n frialdad al joven que se arrastraba
a asesina. El miedo lo recorrió y ta
la dureza de su voz hicieron que el joven temblara como un
a a miles de pandilleros cuando aún era joven. Desde allí pasó al negocio de la seguridad. Hoy en día, su nombre no solo es conocido en el círculo de n
en se intensificó en ese momento. Vio que el hombre se tronaba los nudillos con un brillo malévolo en
nte habló en
icos de tu madre. Vi lo mucho que necesitabas el dinero y se me rompió el corazón. Hice todo esto por ti. Por favor, créeme". Finalme
to. Ahora se arrepentía de haber
a. Luego se acercó a Horacio y es
o mi verdadera identidad como hijo de la familia Warren, el antiguo Horacio está muerto. Además, ¡el amor que sentía por ti está muerto y ente
do juntos todo un año. Nos amábamos mucho.
o en Horacio. Él mismo había dicho algo parecido cuand
ria en común. Solo puedo dejarte pasar esta noche. Si vuelves
te y gritó:" ¡Zorra! ¿No oíste lo que dijo el señor Warren? ¡Lárgate! Si no te vas de a
u corazón también dio un vuelco, pero logró decir con coquetería:" Horacio, mi amor, a
marchó con
envidia porque ella se había librado fácilmente, mientras que el negocio de su propia familia estaba en ruinas y él tení
e hacer con él? ¿Debería acabar con él de una vez?", pr
linó una y otra vez y suplicó por su vida. A juzgar por las palabras de ese hombre, se
via de Horacio. Por otro lado, a él no le mostraban ninguna piedad a pesar de ser el antiguo compañero de clase del otro. En ese momento temía por su vi
eces y dijo con gratitud:" Gracias, se
polvorosa, dejando
sar por todo eso", se disculpó Raúl con Horacio ah
oído que el marisco del Pabellón del Mar es delicioso. ¡Por fin podré probarlo!". Ignoran
hombre lo
uedó en silencio. Se convirtieron en el centro de todas las mirada
entre ellos:"¿Quién es ese joven que está en medio? No
ante de ellos. Los dos tenían las manos en la espalda como si f
bulo saludó a su jefe en voz b
aría al Pabellón del Mar un distinguido huésped. Sin embargo, no e
so Darío Russell, el hombre más rico de Rinas, tiene que mostrarle respeto a su jefe cuando se encontraban. Nunca había trat
No parece alguien de noble cuna. De hecho, está vestido casi