La Compañera No Deseada: El Ascenso de la Sanadora Plateada
e vista
raba los ojos, veía la mar
e repente, un dolor había explotado en mi pecho, una sensación ardiente, como un hierro candente pre
n que Damián se unió con ella. El moment
rel. En ese momento, pensé que había estado patrullando los l
ituales de cortejo de las manadas del Norte. Serafina era del
itió un ping, rom
illaba en la habitación oscura.
Sanador
de Sanadores An
itación al A
ptado la atención de los Grandes Ancianos. La invitamos formalmente a unirse al Gremio en
gún Alfa, ni siquiera Damián, podía exigir mi regreso si estaba bajo su
ic en *
tuario dentro del departamento. Estantes cubrían las pared
comprar. Empaqué mis herramientas. Mis agujas
r, el sudor brillando en su frente. Se veía vibrante, vivo. No p
cajas en
preguntó casualmente, toma
. No levanté la vista del frasco d
La envoltura de su barra de proteí
do una octava-. Hablamos de esto. Est
e girándome para enfrentarlo-. Y
-. ¡Las invitaciones han sido enviadas a cada Al
dizo-. ¿Desfilas a tu amante por la casa de la manad
adas. Me agarró de los hombros. Su aga
! ¡Es una paciente! ¡Y
de ro
l Oeste, estaba de rodillas en
mi equilibrio. Sin ti, mi lobo está inquieto. Te lo compensaré. La b
abía amado desde que tenía dieciocho años. El hombre por el
in
ador se abrieron dir
cubría sus curvas. Sostenía una mano sobre su estóma
bebé... creo que está pateando.
mis manos como si fueran carbones encendido
, su voz llena de tierna preocupación-
sobre el estómago
dado que y
una familia feliz. El Al
nte se detuvo. Se convirtió en u
comenzaron mucho antes
asiado ocupado susurrándo
habitación. Arranqué el
r rojo. Taché "
tas, escribí: *
fecha. D
firmación del Gremio. *Vuelo
i Esencia Plateada, el poder de una Alta Sanadora. Había estado inactiva duran
staba de
a solo una hembra celosa
de lo que acab