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La Emperatriz que entierra su pasado

Capítulo 6 

Palabras:956    |    Actualizado en: 08/12/2025

marcada en la puerta, su rostro inexpresivo, sus ojos fríos y distantes. M

ntinuó Belinda, su voz goteando falsa simpatía-. Cin

el aire, sus ojos recorriendo mi ro

tenía en mi cuenta de ahorros cuando conocí a Alejandro. El dinero que había ahorrado meticulosamente de años de tr

que ahora había sido robado. No me estaba dando un acuerdo; m

da brillaban con

es mejor que nada, ¿no? Después de todo, realmente no contribuiste mucho a la empresa, ¿verdad? Sol

das a picar, simplemente confirmaron lo que ya sabía. Se estaba deleitando en su victoria, disf

ería que esta pesadilla terminara. Querí

o, ella lo soltó deliberadamente, dejando que la petición de divorcio revoloteara hasta el s

rtos con falsa contrición-. ¡Qué torpe soy! Lo siento mucho, Cinti

a, inmediatamente dio un paso adelante. Se arrodill

, mi amor? ¿

los papeles en

nto arrugado. Alisé los pliegues, mis dedos trazando las palabras f

irmados apretados en mi mano, y conduje hast

o vi. Cajas. Mis cajas. Cuidadosamente apiladas junto

idos, mis suministros de arte, la colcha antigua de mi abuela

ave, solo para descubrir que no func

severo que nunca había visto antes, abrió l

rla? -pregunt

esapego invadiéndome-. La... exesposa. Solo vine a v

ca desdeñosa torc

ez dijo que toda tu basura vieja estaba en la acera.

ido resonando huecamente en el espaci

burbujeando en mi garganta. Estéril. Basura. Mis contrib

. Entonces, lo vi. Un pequeño carillón de viento de porcelan

equeño departamento alquilado. Sus manos, usualmente tan hábiles en la construcción, eran

incluso en las tormentas más duras, siempre hay belleza, siempre

lujo, de comodidad material. Pero la melodía se había dete

reducido a nada, como arena deslizándose entre las manos ahuecadas. El carilló

ara salvar lo poco que quedaba de mi pasado. Pero ahora, simplemente no podía. No podía obligarm

eliberadamente, me di la vuelta y me alejé. Dejé todo, las cajas, el

er con nada más que la ropa que llevaba pu

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