icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
La Heredera Oculta: Traición en el Campus

La Heredera Oculta: Traición en el Campus

Autor: Gavin
icon

Capítulo 1 

Palabras:939    |    Actualizado en: Hoy, a las 09:57

vertí en una simple y olvidable estudiante de cine. Me enamoré perdidamente de S

una carnada para proteger al verdadero objeto de su

uto a la memoria de mi madre- y se la dio a Camila para que la reclamara c

n video ante todo el auditorio, tachándome de ser una

tó, mientras la multitud

hacia el podio, mi v

a una Zamora de s

tara en el aire antes

escalera. Yo

ítu

Eva

propia tragedia de mi madre. Su belleza, su fama, se habían convertido en su perdición. Un foco mediático implacable, un acos

Usé maquillaje, una máscara cuidadosa, para suavizar mis rasgos, para desdibujar mis contornos. Me volví olvi

hombres, demasiado agresivos, la acorralaron. El instinto se apoderó de mí. Intervine, una chi

lo oscuro y ojos afilados, del tipo de belleza que te roba el aliento. Me miró, un destello d

bía. No

quién era y se dispersaron. Santiago Cantú, el notorio playboy, heredero de una fortuna de nuevos ricos de la que todos habla

iaba sentir cualquier cosa que me hiciera visible. Pero él

e gustaría. Mis intentos eran torpes, un marcado contraste con el glamour sin esfuerzo

l café. Me miró, una lev

ijo-, sie

oqueteaba, a veces. Estaba perdida. L

reuní tod

me gustas,

peraba una risa, un rechazo. Él er

encontraron

Luego añadió-: Pero tienes que ace

. No me importaba qué era "

un segundo. Le prometí

or él. Pensé que era solo el precio de amar a alguien como Santiago. Luego vino el secuestro. Fue aterrador. Estaba magullada, conmocionad

os muy abiertos por el miedo. Santiago era un hombre diferente con ella. Su ira, su protección, era cruda,

ecía derrotado. Me dijo la verdad. Camila había sido atacada antes

go, con la voz amarga-. Necesitaba a a

r. Se trataba de ella. El fantasma de mi madre susurró en mi oído. Fui un

uidadosamente construida. El disfraz se había ido. Simplemente ya no me importaba. Cuando llegué a mi dormitorio, Sant

Obtenga su bonus en la App

Abrir