TU CITA A CIEGAS, FUI YO PAPÁ
ida era tranquila como otra cualquiera, al llegar de la escuela, su madre la recibió muy feliz, pues era su aniversario de bodas y en el armario atrás de unas envolturas había descubierto el reg
llave en la cerradura y entro, dándose vuelta aprisa
el aire y riéndose, para Él ella era su ángel, su vida, su hija amada, le dio un beso en la frente y la bajo, para en cambio ser
y feliz besándolo con pasión, porque am
o ansioso a la habitación de ellos, abrió el closet, movio alguna
ue estaba parada esperando en la sala, lo traía e
para mi musa de la vida,
da contenta y amor
el contenido, al abrirlo quitó algunas telas para cubrir el verdadero regalo que era
, el color que me gusta o
s curiosos de su hija que sonreía mirando el amor que se profesaban su
a su linda hija que corrió a los brazos de sus padre
e encantaba hacerlo y los que trabajaban en esa casa admiraba
idez pero feliz, siempre le preguntaba su padre cómo le había ido en la escuela, le decía que la amaba, que era su linda muñequita, cuando terminaban, Él se quedaba una hora más en donde jugaba con su hija, abrazaba a su esposa en el sofá, siempr
unos papeles al recogerlos se acordó de que se
vida, busca aquí atrás hay dos sobres uno para t
la cabeza, sin imaginarse que su madre presentía algo
ues quería darle un gran beso, nadie se percató de su presencia ni siquiera su secretaria que justo no estaba en ese momento, por eso ella solo abrió la puerta llevándose una gran sorpresa que le dolió en el corazón, sus ojos vieron a su
chocando con otro más que cruzaba por allí, justo el golpe fuerte fue donde estaba ella, pero hubo algo que Judith presencio, el auto d
aquí? ¿qué pasó? Por favor no te
estaba teniendo sexo con la secretaria, se
en...do sexo en...tu ofi...cina, creí que...eras tú....me volví...lo...ca d
volante la puerta estaba hundida en su lado, ella sangraba mucho, p
vida, mi papá...se quedó hoy en mi oficina, debiste l
sma complexión de su hijo, por eso se equivocó y pago las consecuencias, ahí estaba en brazos del hombre que ella am
l rostro de su esposo hacia abajo pues había muerto y Marck a
a de su amor, algunos empleados se habían dado cuenta y le avisaron al padre de su patrón, el cual bajo para ver qué estaba pasando y
esenciar, sus empleados al enterarse les dolía pues conocían a Judith su buen corazón, a veces había intervenido por alg
a ella que fue quién estaba con mayores heridas que la llevaron hacia la muert
ue difícil hacer que suelte a su amada esposa, pero al fin lo lograron, dejando parado en media call
ían la camilla y se la llevaban, su padre le dijo que Él manejaría para se
entras esperaban Marck reacciono se acordó lo que le dijo su esp
ith te vio y...pensó que era yo y...eso ocasiono todo...la perdí...la perdí...por
e dio cuenta de nada, su hijo lo culpaba de l
o miraba furibundo
secreto por mí, maldición te vio...pensó que era yo...pensó que la traicionaba papá...la perdí por tu culpa mierda, se murió y...yo la amaba, la amaba solo a ell
er una cinta que sujetaba unas etiquetas de una maleta que cayó a un lado trayendo consigo las dos cartas, pero ella no le dio importancia pues era solo una niña, su nana la
siempre lo hacía cuando regresaba de sus salidas y a su padre cuando regresara de su trabajo, jamás por su mente limpia e in
dolor era que su padre por aplacar sus deseos carnales utilizo su oficina sin decirle nada y su esposa pensó que Él la engañaba reaccionó con tanto dolor que sufrió ese terrible
ck y ese error tuvo la consecuencia más dolorosa para todos y su hijo lo culpaba con toda la razón, cuando recordó a su
..la deje sin su mamá, noooo...yo tuve la culp
su nieta, se levanto y se acerco a su padre para abr
..que fue mi culpa de...quedarse sin su madre...quiero morirme...no quiero que
álmate papá yo...no le voy a decir nada a mi hija.
ijo algo que dejo asombrado a su padre -Te perdono papá...no le diré
ambién sufría imaginando que la conciencia de su padre le pesaba, allí quedaron ambos en la espera
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el, su padre y suegro de ella cometió adulterio donde no debía y fue el detonante de la muerte