Resides En Mi Corazón
rdos de aquella noche inundaban su mente cada vez que se lo encontraba y no p
on indiferencia, "Te daré dos millones como compensación por
illaban con dinero. En menos de una hora, después de que Helen la considerar
, entonces tomó la mano de Edward, le dio los billetes y dijo con una sonrisa desdeñosa: "Recuerdo que entré
palabras, ella se di
incuenta* dólares. *(En China, cuando dices que alguien es un doscientos cincuenta te refieres a que esa persona es estúpida). 'Pero qué diablos...', su semblante se endureció mi
posibilidad cruzó p
más ambiciosa? ¡Tal v
carcajada y tomó la decisión de pr
fue entonces cuando comenzó la actuación especial de la noche. El intérprete invitado era un cantante masculino muy popular al que habían contratado para darle una serenata a Hilda. Aunqu
iso entregarle el obsequio. Al mismo tiempo, Helen se acercó a Hilda y le dijo algo al oído, sin em
obsequio y sonrió: "Toma, un hombre llamado
la caja, pero luego arrugó el entrecejo a
gela sintió que
Entretanto, Hilda inmediatamente tapó la caja y sonr
a no estaba en su estuche, así que esta era su oportunidad. Ella tomó la caja de
er posible!", Ange
as palabras de Helen fueron tan agudas como un puñal. Hilda intentó detenerla pero y
lizada y no pudo decir ni una
do eso? ¿En qué
uché que el collar vale cientos de miles de dólares, ¡apuesto a que quieres vender
omo no sabía qué decir ante la acu
ber olvidado dónde lo puso, ¿verdad?", Hilda trató de abogar po
n verdad se había
l patio trasero hace un momento y no sé si lo perdí allí!", Angela hizo tod
y le dio una bolsa vacía a Hilda?", H
sólo que yo jamás abrí l
endo en el patio trasero? ¡La fi
ndo. ¡Helen le había tendido una trampa! Ella le había quitado el collar cuan
umbrados a las cosas caras, se sienten tentados cuando ven algo que los deslumbra
Helen, solamente tenían unas horas de conocerse
za usar esos harapos! ¡Parece una pordiosera!"
r alguien que usa vestidos caros pero que no tiene concien
es y se mofó: "¿Quieres decir que la gent
incluso podría hacer que los invitados malinterpretaran a
, fue el turno de ella de burlarse: "¿Quién te enseñó inglés? ¿Fue tu profesor de educación
había distinguido por ser muy inteligent
espuesta de Angela se rieron tanto que el
ollar, ¡hay muchas posibilidades a considerar! Podría haberse perdido o... ¡quizás alguien lo reemplazó sigilosam
aba comenzando a sospechar, si bien Angela parecí
su control, ella preguntó: "¿Qué quieres decir? ¡Eres un
jos desde el balcón, así que tan pronto como
n las esquinas de la casa, entonces se giró hacia Helen y la retó
elen y agregó, "O puedes demostrar tu inocencia
go miró a Hilda y suplicó, "Por favor n