La Reina De Los Caídos

de la nada misma. Como ellos tenían otras modalidades, Aren no pudo desayunar con Emm

nso? -Cadie le pregunt

dejarla sola,

lancia de los exteriores de la

que eres tan se

espo

quí porque mi hijo menor se en

sayuno. -En 1348, en la guerra, me en

1348? -Cadie se llevó una m

e tomó un año

esclavos era cosas normales entre las personas adineradas. Tras los siglos, avances y más, siempre estaban acostumbrados en la gran ma

s habían intentado impresionarla con sus servicios para así poder llamar su atención y ser solicitados por ella, pero jamá

el hombre. -¿Es verdad como trata a Emme

ne trata co

oa

ban y el aburrimiento reinaba por cada muro. Niells exigía mucho orden y silencio. Emmeline sim

ó decidid

ños ya han sido suficientes

ro me he e

se puso

enamorado

ecado. -Mur

sí! No son

ada intervino. -N

y segura de que tenía razó

inar su desayuno rápido, sintie

ucho con su esposo. Niells, que debía soportar los constantes comentarios de su esposa llamándolo insípido prefirió ignorarla y saludar a su

la veía por la ventana. Aren, sentado frente a ella, la miraba con disimulo, los años habían hecho que a d

se

¿

ás personas

ifer y sus demonios, así que no me pareció

sup

y siempre el principal entre su personal, le horrorizaba

y. -Se llevó una mano a su sien.

atraganta c

er, mi

ine a

rado, él fue quie

algo? ¿La está

ún chantaje, y creo que todo

or

insista tanto en contactarme pese a ser rechazado hace q

na guerra con D

rido eso, me hu

iene en

ridad para provocar a Dios. O quizá,

do por la información

cuenta que estaré c

rró. -Necesito que m

nes de Aren

seño

s que, en realidad, está intentando obtener algo. Necesito que vayas a u

a cabeza de Ar

jamás supe que tenía

o tu total confidencialidad. Ni siqui

la cabeza abatida

*

Wo

lanco mientras Belcebú veí

ecido, inútil? Ella lo hizo en ci

urandero, Su Majestad. Yo

luego colocarse la capa. Deteni

Belfegor alzó su copa. -Solic

e traérmelos a ustedes i

. -Baalberith mira pensativo la v

nó para ponerse d

stuvo a su lado y nunca le di

ás tendremos rein

ea. -Asmodeo lo miró fijamente.

o tengo ni siquiera uno? -Se irri

-Belfegor lo

re. -Belcebú puso

estierro! -Gritó y se llevó una man

iadado que el segundo. Sin embargo, cuando se curó, cre

scientos ángeles en su honor. Claramente perdieron y cayeron a la tierra, algunos fueron al re

ción. -Amon puntualizó. -Tengo las co

ba las artes y las ciencias, y revelaba todos aquellos consejos secretos.

eron dos semanas buscando ¿Y s

aba en medio de una discuta con su

Amon golpeó el apoyabrazos

ió ir al reino infernal y abandonar el mun

levó una man

an ahora, en la tarde tengo

*

ndo guiado al lugar donde tenía su bodega. Tardó unos quince minutos, quizá un poco más, e

to a diferencia de Aren

r el interior. Los establos estaban vacíos y llenos de polvo qu

menzó a arrancar la paja, hasta llegar a una pequeña puerta donde lo introducía al piso subte

e recuerdos, cuadros y algunos muebles. Era una auténtica bodeg

guos. Una sonrisa se posó en sus labios cuando vio que, el último que había ganado, aún tenía el

arreras de caballo. Al lado estaban los diplomas de agradecimientos, tanto por haber sido en la antigü

pequeñas que ella armaba dentro de pequeñas botella

detalles de color oro. Mantenía un elegan

de forma de moneda donde tenía tallado signos desconocidos. La moneda parecía de

s. Cuando se giró para irse, se dio cuenta que, había un enorme espejo de forma ovulada que se

ente, como un imán que atra

a que estaba frente, el esp

ferior estaba tallado «En la os

al cual no reflejaba na

ejo, era un a

*

ro. Pero sabía que siendo un demonio tan solicitado, mantenía el perfil lo

ta de su escondite se abre de golpe y tan

no se so

preguntaba cuando

o. Parece

ias de tu irresponsabil

había secreto

aminó por el salón, inspeccionando el lugar. -

aquí para que te di

o tiene un ta

upo el

ou

, pero no huiría de Lucifer. Después de todo, era a qui

errotarlo, pero puedo gu

todo

eto. Padre no nos botó como basura en r

n s

r que llevaba colg

a sabiduría. A Azazel

a

ta que no recogió s

o lo recogí porque

sotr

guel, a ustedes los derrota

uso los ojo

tra tu

un ta

de collar, e

n desierto, ¿Aprendo

camello. -Le son

rumpió, y Lucifer alzó la mano e

spejo para que Beliar note que

pejo de mano en su mano cubierto

siendo igual

y Asmodeo seguirá cuidando de q

eternamente sumergida en agua, A Azazel a ser una bestia física

ner el rei

ondena entonces no

a atrás. ¿Su condena no era

mo q

destrucción. ¿Crees que una condena sería tan divertida? -Mira su alred

no me lo d

e cre

raré el talismán si aho

aire por la n

alismán no está en el desierto. Los m

se desvanece en el aire como cenizas huyendo el fuego. Lucifer, con

ajest

n ya ese

sus deberes. Lucifer se mantuvo en silencio cuando lo dejaron

tente, al mismo tiempo q

*

se

a voz de su lacayo, al alzar la vista vio como él le exten

jo, Aren. -Alagó

iento y una punzada de nostalgi

on el talism

o cerca, para vigilar q

aguantando la respiración, sacó el tal

as la caída de luz solar contra ella, y Ar

e uno de sus tres bestias, el perro, con un

die te

la mejilla haciéndola sonreír. Volvió a aco

su invitad

on era el mayordomo principal de la casa y por eso mismo, lo conocía a todos. Familiares, ami

e la sujetó para ponerse de pie. Lo s

irradiaba elegancia por donde se lo viese, cosa que consentía totalmente a los

bienv

rió con g

. Bonita

a cabeza en forma

se, por

paren una merienda digna, la mesa rectangular era preciosa, con un mante

do las exquisitas comi

un hombre se le llega al co

expectativas tan bajas para ced

ontrar el momento para humilla

se gustad

mo c

etos que escond

que dice que aque

ine sonrió. -Ya lo

a hacer hablar a los demás sin darse ni la más mínim

ión de qué siempre está u

ue lo

pedirle

llevó el té

a Dantalian no le fue de a

ian no están relacionad

a fija en la pared, con el pecho inflado y el rostro inexpr

on Dantalian? -Emmeline sonríe. -Solo pienso que

ba la conversación. Por más precavido que se ponía

ncontraría las res

su r

me vaya de vuelta a m

o su té. ¿No

con Lucifer, hasta que él sonrió amp

ro también me apetecen respuestas, la paciencia

ue has convencido a Abaddon

ación le l

negando. -A veces s

ce su intui

or algo en particular y no

la, pero era una mente brillante. Si algo había aprendido con los años era que los poderosos y las

ace

é caos ha creado que aho

mi castigo no

ca, paralizándola. Ante su extraña reacción ante aquello, disimuló llevándose la taza

a su castig

en la tierra más tiempo que cualquier otro, seguramente habrá

nunca oí hablar de un

tá s

de mis

el hecho siendo una protegida tenga bestias con sangre demoniaca de mascotas. De

o sonreír, pe

a atr

ría ver tal terrible dato con tanta tranquilidad. Cualquiera escondería

otivos me sobran para ll

ble que una protegida domine a besti

Confesó. -Y sinceramente,

da desobediente,

nte para luego volver a l

dirá como obtu

ncontrando el t

son

e lo t

o tendría e

rolando sus expresiones faci

nde quiera, está invitado. Si lo encuentra será suyo, si no lo

eír. Le pareció algo sumamente extraño, a ella l

sa burlesca, a su diferencia, él sólo t

e era muy distinta a como sería cualquier protegida, así que dejo d

me quitó

a Emmeline fue como un cachetaz

é tú

mbros tensos, los ojos bien abier

que Beliar me pondría a ser un

serenamente, ella

se de pie rápidamente haciendo

tu reino? ¿

frunciendo le

ce enfada

en falso y se desestabilizaba, cuando se puso de p

á tomándose un té o en su casino, sen

tablement

estás involucrada en todo esto. -Lucifer se puso d

, Aren sumergió de la oscuridad para

también sumergió de la oscuridad. Enfocó al lacayo de Em

nvolvía. Aren estaba consciente que el protector de Lucifer, era un demonio, pero no temió en ningún m

poder amenazándome. Supongo que ahora entiendo. No va al reino infernal porque lo tomarán de esclavo

s toda una

esita a mi para que A

que co

mi lado, jurará irse lo má

e no me qu

ón, no lo

a otra dimensiones. También quiso saber si ella tenía el talismán, pero tras un momento de considera

rá nada que me detenga cuand

beza hacía atrás y

acue