Club Cuervos negros
e fe
a por
n desgano, me meto al baño y ni siquiera pienso en juguetear, si lo hago el orgasm
esa Burgues e Hijos, en mi natal ciudad de Boston. Tengo una hora para dor
dinero, aunque setecientos dólares extra al mes, no me caen mal. Trabajo como rece
o como recepcionista en el club más increíble y decadente de la ciudad. Me digo a mí misma, pensándolo con
e siempre, un pantalón de lino gris con talle a la cadera, zapatos bajos, pues realmente ap
biertos y sí, como agregaré un sujetador de
geniales y les
ues fui golpeada salvajemente por alguien en quien debía confiar, el
porque ¿cómo ser una adicta al
ueva me aterra, por eso entonces para mí, el sexo viene de dos form
s bastante raro, o me doy placer sola con una amplia variedad de jug
erentes el uno del otro que me
abrí su expediente-un cuerpo musculoso, cubierto de tatuajes. Es, además, uno de los Amos del club Cuervos Negros, todo b
pero he asistido como observadora, de ahí que sé quién e
una. Lo que siento por él es distinto, más profundo, sé que su vida ha sido dura, sus padres
eces fuera de ese sitio, Ryder nos presentó hace un año. Le gusto, me gusta muchísimo, el bulto en
ucho de lo que me sucedió cuando fui
trabajadores montando la escenografía, no hay señal alguna de mi amado, así que, tras cumplir horario, salg
n mi oído, reconozco el olor y la v
iempre cargo cosas extra en mi cartera, como un pis
uebo que, aunque ha pasado un año desde que adopté la costumbre de
nios,
que acercarte a alguien por la espalda estab
agro he de decir, pero sé que anda
isapa
se la ropa. Puedo morir de l
enir maña
loquecen, pero es él quien me lo di
anarme el sueldo. O eso fue
ara socios y sus
nto aquí
onmigo, po
pero su mirada de-te ataré y devoraré
e no pinto nada aqu
año lo hago y encajas
e soy diferente a las mujeres de a
e cuesta mostrarte cuanto me gustas, mi polla llena mis pantalon
to a las
n ella a tomar un café o ver pelí
etas con
veces hemos visto la misma película
o no es el punto. Sé que las has visto con
des reír una y otra vez con una escena que conoce
... Deb
jiste
buscar
ll
ace f
livia. No
ine por un taxi, ¿cómo rayos te cabrea? No
amigo, cosa que no son y lo reitero, no te permit
dramá
uto me vas a llamar para recogerte. No puedo creer que no lo v
pued
ometido a