La Esclava Más Odiada Del Rey
ien aprobó la entrada. Se trataba de Baski, qui
interesan", él espetó secamente mie
estad", Baski repl
está Reski se suavizaron. "Ella está muy bien, su oído no
abeza y prosiguió, "¿Q
ños, Su M
, Lucien bajó la
s ojos de Baski. Ella sabía lo que pensaba el rey,
ufrir así en manos del reino de Mombana. Remeta
rto, tráeme a Vetta", é
e la mención de ese nombre. "¿Deber
í e
lla respondió, tras eso, s
ndo su miembro, el cual estaba muy erecto. No había logr
ue no quisiera hacerl
única amante que había tenido durante los últimos cinco
casi todas las mujeres de su reino lo fueron. Su relación
sexo. él ya no era un hombre común, Cone se había asegurado de que no fuera
cción llena de cicatrices. Largas marcas lo perfilaban, heri
or parte de las venas y nervios ya no le
sexo, además debía hacerlo rápido, pues cuanto más erecto estaba su miembro más
ar el placer era frustrante. Por esa razón, él tenía que
dominar tales compl
taba listo para desatarse sobre ella en su primera noche de pasió
la muerte no formaba parte de los planes
gonía y el dolor de esa tortura en particular, la cua
oso que tuvo que soportar a manos de
rabia. ¿Cómo podría superar tal momento
n Danika, y un odio puro s
e cadenas se escuc
rta y Vetta entró con una s
pulcro, largo, brillante y ondulado. Su cara, que antes esta
la de esclava, ella lucía
llegar a ser una perra de primera clase que incluso se comport
tó mal con él. En realidad, ella lograba traspasar las fronter
ien le ordenó, mientras ella
mbre serio con una cicatriz en el rostro.
esperándolo. El rey se levantó para acercarse a ella en silencio
aba de la ex princesa, Danika. Al parecer, ni siqui
adas las circunstancias, ella era la única para el rey Lucien. El pode
y le diera la espalda. El hombre siempre fue una persona sin esc
a, exponiendo su carne desnuda. Él arrugó el vestido en su c
oseguía, él gruñó satisfecho. En un movimiento rápido, el hom
ndo él hundió su cuerpo por completo. La agarró del cabello,
sa no paraba de vibrar con la fuerza de sus embestidas animales. El hombre se desató sobr
s pezones con fuerza, y mientras más rudo la penetraba más tiraba de ellos. Los gemidos
ncanta!", el
es rozándose y el feroz traqueteo de la mesa
dió, abrió sus nalgas y la penetró
trasero, arañando la mesa mientras su cuerpo se engen
s se inclinaba más para cambiar el ángulo de sus embes
er y el dolor. Una vez él deslizó su mano frente a ella y palmeó su clítor
los cuales casi rosaban su trasero. Tal acción la empujó al límite, pues el dolor era a
l, el hombre al fin siguió su ronco
olvió a ponerse sus pantalones
u Majest
ía cómo jugar sus cartas, en especial después
e mentalmente para la solicitud que
del hombre se oscureciero
, la mujer inquirió, haciendo todo lo posible por ocu
ras ser esclava durante tres años antes de su fuga, ella también anhela v
eso?", él preguntó, mien
nte, así que quiero conocerla. No es nada grave,
de acuerdo reacio y se dirigió
ni una noche en esa recámara en los cinco años que tenían
e la habitación. 'Bueno, hay que ir