Rindiéndome ante el Señor Rojas
a Br
es Tess
eer la historia de Rapunzel, sabrás más o men
o y nunca has visto esa película, yo
Tessa
engo una falsa madre que me engaña diciéndome que si estoy encerra
N
ncargado de mantenerme encerrada durante toda nuestra vida, en una "burbuja", para qu
y sentir el dolor de ser lastimada (aunque suene algo masoquista), pero quiero sentir lo mismo que cualquier c
los clientes -di un respingo, ahogando un grito al escu
n hombre alto, fornido y de tez oscura, que antes solía ser guardaespaldas, pero que ahora había dejado su antiguo trabajo pa
n famoso empresario, pero en realidad era un grandulón algo dulce, que odiaba los problemas que solían oc
brazos, aun diciéndome con l
ije, pasándole
al máximo esas preciadas horas que pasaba alejada de mis hermanos;
unté al joven chico de cabello castaño
oria para la mesa ocho -sonri
buen humor, y encontraba en cualquier momento una ex
leía un libro muy distraídamente, sin prestar
tomando la bandeja d
a -me sonrió y m
los rostros de nuestros clientes, los cuales solían ser los mismos de siempre; pero este estaba segura de nu
gradable cafetería. Que disfrute su orden -traté de no rodar los
pero bueno, él era el jefe, y si me atrevía a renegar
libro y levantó su
de mirada que se quedaba atascada en la mente; una de esas miradas únicas que te hacían desear
a leyendo mucho
Alto, de hombros anchos, cabello dorado, piel blanca,
recía estar divertido con la situación. Una pequeña sonrisa comenzó a asomar en sus labios; de pront
a mirada. Me giré de forma instintiva hacia ella. Mi hermano Alex estaba de pie, al
era en el trabajo, ya que tanto ella, como Teresa, mi otra especie de amiga, apenas cursaban el último año del instituto. Pero aun así, solía b
ocurre aparecer, de una manera muy suspicaz: gritando como loca a través del café, desde su podio de anfi
no -me corrijo, antes de caminar
venir al caso. De momento, sus brazos me rodean acercándome a su pecho, se inclina y besa mi cabeza, cierro lo
as hasta que yo saliera para llevarme a casa
í, hermanita? -contesta, dirigiendo
uando estoy trabajando -frun
arias ocasiones me había correspondido pagar los daños que ocasionaba
arás a Alex -habló Amer
omo Trevor, pero aún más Trevor, conocían mi situación con mis hermanos, y ambos sabían lo mucho que odiaba sus visi
rnativa? -pregunt
en este momento soy tu cliente -mi h
le veo más canas a causa de ustedes -agregó Americ
años podía hacer, le saqué la lengua antes de que term
hombro y le hago un gesto con la cabeza para que me siga. Lo llevo al extremo opuesto de donde se e
Alex, mientras me sigue a través del café. Cierro los ojo
¿Cómo voy a saberlo?
se y girarse. Cerré los ojos e inhalé
ir?-. Pero tranquila hermanita. Yo resuelvo eso enseguida -agregó tratando de dar un
obert te saque del café otra vez. Además, no soy u
estó sonriéndome dulcemente y
marrón en sus ojos, mismo cabello castaño y ondulado, misma altura, misma sonrisa, mismo color blanco de piel, incluso tienen la misma cantidad de músculos..
níamos la misma edad? ¡Así es, dam
l. Nuestros ojos son grisáceos, el cabello es negro y ondulado, además, nuestra piel es tr
él solo quiere que sea feliz. Papá dice que mamá supo que nuestra conexión sería especial desde el principio, fue por eso que nos cambió el nombre cuando nacimos, nos puso Theo y Tessa, y no Ald
yo, es una gran diferencia de edades -comenté sarc
é para ver a la persona que estaba entrando. Mi cuerpo se tensó al v
y Al