Emely.
, siempre y cuando informara a alguien de su familia. Estaba cansada, realmente cansada, los días
cariño? –preg
spondió toman
os gemelos –dijo
paso que daba, ni siquiera le importaba el alboroto que hacían los gemelos en el camino,
s abuela! – g
la! –repitieron los
entras sus padres viajaban a la ciudad por el funeral de una tía de su madre. Corrió emocionada y se lanzó sobre la cama vieja que le había preparado su abuela, era r
ó repetir. Abrió su ojos lentamente, era su
ndose. Había dormido de marav
nto a sus hermanos y su abuela, el comedor estaba lleno: carne, arroz, e
lió a la calle donde le esperaba el grup
ly! – grito
ndió Emely refi
jugar a las escondi
rtido –resp
turno de conta
.. -la réplica de Benjamín fue detenida por
edas –
mely corrió hasta unos matorrales que había al cruzar la calle - ¡Aquí voy! –Escuchó gritar a Benjamín –un,
amín muy cerca de ella un par de veces, corrió hasta un gr
los a ambos. El corazón de Emely latía como loco, estaba casi segura de que Matías podía escucharlo, tenía sentido, Matías tenía la cara tan roja como un tomate. Ambos se miraron fijamente a la cara
bre Emely, nin
e miraron el resto del día sin evitar que sus caras se ternara de un brillando color rojo. El juego duró unas horas más con algunas peleas entre Anisa y Benjamín por unas cuantas tr
gar con tus amigos –r
s –les respondió
e hacer y las caricaturas ya habían pasado, así que
lamo el pe
á dormida –le
salir Alma
ueran unos niños pequeños que apenas habían aprendido a caminar correctamente no pudieron seguirle el paso a Emely, así que se encontraban perdidos,